La portavoz de Coalición Canaria en el Congreso también piensa que Rajoy es una persona fría. (Entrevista publicada en «La Opinión» el 6 de diciembre de 2010).

NAIMA PEREZ. LA LAGUNA Pasa tres días a la semana en Madrid, donde tiene la suerte de tener un pequeño apartamento. “El tema en el Congreso con los diputados de Canarias está mal, porque los 1.400 euros de dieta mensual no dan para los gastos en Madrid; algunos tienen que dormir en pensiones y otros compartir piso”, cuenta Ana Oramas. Tras nueve años como alcaldesa de La Laguna, ahora tiene más tiempo y puede compartirlo con su familia. Hace dos sábados, por ejemplo, disfrutó del ambiente de La Noche en Blanco, que congregó a más de 100.000 personas en el casco de la ciudad. La gente la para por la calle y siente que la respetan, “sean del color político que sean”.

–¿Qué le ha parecido el resultado de las elecciones catalanas?

–Pues muy significativo. Es la primera vez que después de ocho años vuelve Convergencia i Unió al Gobierno de Cataluña y, además, con una mayoría amplia y con un importante grado de participación. Además, creo que CiU ha hecho un ejercicio de responsabilidad en la política nacional, con un Duran i Lleida como político más valorado, por delante de Rajoy y Zapatero. CiU y Coalición fueron los partidos que en mayo, justo en el momento dramático de aquellas 24 horas en que hubo que aprobar el decreto difícil para que España saliera adelante, fuimos las dos fuerzas políticas que hicimos el ejercicio de responsabilidad. En ese sentido, el propio pueblo catalán ha reconocido el papel de Estado que tiene CiU, pero también el desastre que ha sido el tripartito en Cataluña.

–¿Cree que ha sido más mérito de CiU o demérito del tripartito?

–Bueno, yo creo que ha sido mérito de CiU en el sentido de que ha hecho una propuesta razonable, alternativa, basándose en las prioridades de Cataluña, en la gestión de la economía y del país.

–¿Qué podría aprender CC de esa victoria de CiU?

–Más que el debate político, para los ciudadanos lo importante es que se ocupen de hacer propuestas importantes y, en ese sentido, hay que plantearles alternativas de Gobierno.

–Sí, pero preguntaba qué podía hacer Coalición para aprender de esa victoria…

–Yo creo que seguir trabajando en los ayuntamientos e instituciones de las Islas para resolver los problemas de los ciudadanos.

–¿Salió por La Laguna en La Noche en Blanco?

–Sí, lo pasé estupendamente. Recorrí varias tascas, algunas nuevas, y estuve en varios de los espectáculos organizados. Sobre todo, lo que se ve es que La Laguna tiene un dinamismo y una vida absolutamente increíble. Los comercios tenían novedades, la gente disfrutó no sólo de los comercios sino de la actividad cultural, los museos estaban llenos y vi a muchos jóvenes.

–Tras 9 años como alcaldesa, cuando camina por La Laguna y pasa por delante del Ayuntamiento, ¿no se siente un poco rara?

–No, qué va. De vez en cuando me paso por ahí para alguna cosa, pero me encuentro muy feliz, porque los ciudadanos me paran y, aparte del cariño inmenso que me sigue teniendo la gente, independientemente del color político, el respeto que me tienen para mí es un aliciente tremendo.

–¿Cree que le dejó el municipio fácil a su sucesor, Fernando Clavijo? Lo digo porque da la sensación de que se encontró con la mesa puesta…

–No, yo creo que no, un municipio siempre es difícil. En un municipio el trabajo empieza todos los días; a diario surgen problemas. Un municipio no trabaja a corto plazo, un municipio nunca se acaba, sino que tienes que hacer un plan de ciudad para 10 ó 15 años, a largo plazo, aunque también hay que resolver los problemas a corto plazo. Él ha tenido unos retos tremendos. Está todo el diseño del Plan General, que es el que va a determinar la ciudad de los próximos veinte años, con unos retos impresionantes. Fernando Clavijo tiene ahora una cantidad tremenda de decisiones que adoptar, con participación de los ciudadanos, y lo está haciendo francamente bien.

–¿Qué aspecto difiere más a la hora de hacer política aquí, en el ámbito local, a hacerla en Madrid?

–Lo más diferente es la cercanía. Para un alcalde el problema del paro es el de una familia que tiene por fuera del despacho y en el Congreso es una estadística y unas medidas de macroeconomía. El problema social en época de crisis tiene rostro en un ayuntamiento. El haber sido alcaldesa te otorga ahora que estoy en el Congreso la capacidad para poder interpretar y comunicar a los ciudadanos cuál es la situación a nivel real. A veces te hace decir “pero qué lejos están los portavoces del PSOE y del PP de lo que sienten los ciudadanos”, porque un alcalde tiene una cercanía especial a cómo viven los ciudadanos.

–¿Cree que en algunos casos la política que se hace en Madrid es de ciencia ficción?

–Pues sí, yo creo que la política nacional se vuelve a veces muy teórica. Los ciudadanos son mucho más inteligentes de lo que piensan los líderes políticos y, sobre todo, cuando ven los mensajes que no tienen nada detrás los entienden perfectamente. Yo creo que sería bueno que cualquier líder nacional pasara por la política municipal en primer lugar.

–Su presencia en medios de comunicación del ámbito nacional ha crecido en los últimos tiempos. ¿Se ha granjeado la simpatía de los periodistas en el Congreso?

–No creo que sea una cuestión de simpatía, sino del papel estratégico que está jugando Coalición Canaria en la política nacional, a pesar de tener dos diputados y dos senadores. Y también porque nosotros tenemos una política de comunicación muy transparente; creemos que hay que explicar cuáles son las decisiones que adopta CC y participamos en los medios y en los foros en los que nos requieren. Tenemos muy claras las decisiones que estamos tomando, priorizando los intereses de Canarias, pero también dando un sentido de responsabilidad a la política nacional en el peor momento por el que atraviesa España. Y explicarlo es parte de que las medidas funcionen y de que los ciudadanos se sientan partícipes de esas políticas y puedan criticarlas u opinar de ellas.

–¿Percibe más atención y profesionalidad en los medios de Madrid que en los del Archipiélago?

–No, yo tengo una presencia permanente en los medios de comunicación canarios. Prácticamente todas las semanas. Todos los periódicos de aquí hacen una cobertura excepcional de las intervenciones de CC en Madrid y creo que siguen la política nacional como nunca antes lo habían hecho. Yo, desde luego, no creo que esté más próxima a los medios allá, en Madrid. Tanto José Luis Perestelo (diputado nacionalista de CC) como yo participamos en tertulias de medios de comunicación, en entrevistas en hora punta y si antes la prensa dedicaba páginas interiores a la política nacional, ahora dedica las primeras.

–¿De verdad cree que es tan indispensable CC en Madrid si sólo tiene dos diputados?

–No es que lo creamos nosotros, es un problema de aritmética. Se pueden tener diez diputados con un PSOE o un PP con mayoría absoluta y no valer de nada. Pero al no haber mayoría absoluta la aritmética es la que es y en este momento los dos votos de CC todas las semanas deciden, desde votaciones que el Gobierno ha perdido y donde hemos votado junto a las demás fuerzas contra el PSOE, como aquellas medidas que ha sacado el Gobierno y que se han salvado gracias al voto de CC. Por eso el papel de CC en los últimos años ha sido fundamental, no porque hubiera más sensibilidad con Canarias en la época de Felipe González o de Aznar, sino porque los grandes avances en el Archipiélago se han dado con las alianzas que se han hecho con el Estado en momentos en que el voto de CC ha sido fundamental.

–¿Cómo es Zapatero en el trato directo, al margen de su ámbito político?

–Una persona muy fría y hierática que no te produce calidez en su conversación, aunque es muy cortés y atento. Pero esa percepción la tengo también de Rajoy.

–¿Con qué diputados nacionales siente mayor empatía como para ir a tomarse unas copas o a cenar de forma distendida?

–Tenía unas relaciones muy cercanas y cordiales con María Teresa Fernández de la Vega, a la que considero una gran amiga; también las tengo con Elena Salgado, con Rosa Díez, porque con ella paso a veces hasta 12 horas sentada y hablamos de todo, hasta de la familia; con Soraya Sáenz de Santamaría, con la que tengo unas relaciones inmejorables, o con el portavoz del PSOE, José Antonio Alonso. Luego, con mayor afinidad política y una relación personal maravillosa, con José Antonio Durán i Lleida. El domingo pasado, antes de que se abrieran las urnas, me mandó un mensaje muy cariñoso. También me llevo bien con toda la gente del PNV.

–La crisis ha caído encima a todas las comunidades autónomas, pero Canarias está a la cabeza en porcentaje de desempleo. ¿No debería reflexionar CC sobre su gestión al frente del Gobierno?

–Hombre, lo que hay que pensar es que Canarias, Andalucía, Extremadura y Murcia son las comunidades con mayor paro de España. Murcia está gobernada por el PP; Andalucía, por el PSOE, igual que Extremadura. Y se debe a las propias estructuras de estas economías. En ese sentido, Canarias fue la economía que más creció en la época de bonanzas. Tuvimos también un crecimiento brutal de la población que, en tiempo de bonanza, pues bienvenido sea, pero en época de crisis es un lastre importante, porque no hay capacidad para recuperar esa actividad económica ni nunca las cosas volverán a ser igual. Canarias dependía mucho del turismo y la construcción, sectores en los que se produjo un boom, y ahora la crisis les ha afectado muchísimo: hemos perdido casi tres millones de turistas y la construcción ha estado ligada en buena medida a ese turismo. Nosotros no tenemos un sector industrial importante numéricamente; y el sector agrario no tiene capacidad de crecimiento. En ese sentido, toda la economía canaria tiene que sufrir una transformación en los próximos veinte años, donde la demanda tendrá que satisfacerse por una externalización de la economía, fundamentalmente hacia África, mirando la conectividad como un elemento estratégico de localización, con una modificación importante del REF y donde tenemos que adaptarnos a los nuevos tiempos que vienen.

–Ahora que habla de África, el presidente Paulino Rivero quiere una Canarias bilingüe en inglés para 2020 y usted apuesta por el francés. Al final va a pasar que el que mucho abarca…

–Yo creo que no; la gente tiene que ser bilingüe y el inglés, desde luego, es el primer idioma que tienen que conocer los canarios, porque vivimos del turismo y éste mayoritariamente habla inglés. Otra cosa es que los universitarios y la gente joven piense que para tener una oportunidad laboral el francés es una herramienta importante, porque va a haber muchas oportunidades laborales en África para personal cualificado que va a exigir que se conozca el idioma. Pues igual 300.000 canarios deben aprender francés, porque pueden tener una oportunidad allí y deben estar preparados.

–¿Le gustaría dedicar los 15 años laborables que le quedan a la política?

–Yo nunca he sido capaz de planificar más allá de cuatro años mi vida profesional y personal. Además, cuando uno ha tenido enfermedades importantes te das cuenta de que la vida hay que disfrutarla en el momento y tener responsabilidades, pero no hacer de la vida una carrera de objetivos en la que pienses adónde vas a llegar a todas horas y no seas capaz de vivir el instante. En ese sentido, he sido felicísima casi diez años de alcaldesa, pero ahora disfruto intensamente a nivel personal y familiar, que para mí es muy importante. Tengo una hija que cumple 16 años en enero y aunque la gente no se lo cree la veo a ella y a mi marido muchísimo más ahora que antes, porque ahora estoy tres días en Madrid, cuatro en Tenerife y puedo estar con ellos. Cuando era alcaldesa eran siete días a la semana las 24 horas; pasaban los días y apenas veía a mi familia. Sobre todo, me perdía los actos familiares y de los amigos. Pero es un lujo ahora tener una posición en la política nacional en un momento en que es tan cambiante e intensa diariamente. Al ser portavoz en Economía tengo la posibilidad de tener cada semana una reunión con el Gobernador del Banco de España, con el presidente de la Comisión del Mercado de Valores, con la ministra o con los principales banqueros de este país, encuentros que te dan la posibilidad de poderte mover y generarte una opinión. Y, sobre todo, en este momento en que CC es decisiva en Madrid, me da la oportunidad de luchar para esta tierra.

–Hablando del poder de la información, ¿qué le parecen las filtraciones que ha hecho públicas WikiLeaks y que han puesto en jaque la diplomacia de EE UU?

–Hombre, yo creo que hay que hay que distinguir dos cuestiones: una es que por encima del derecho a la libertad de expresión hay que cuidar la seguridad de las personas y de los estados. Los medios de comunicación deben tener responsabilidad con la seguridad estatal y de las personas que colaboran con ella, que luchan contra el fraude fiscal, el terrorismo, las mafias organizadas. La segunda es que, con respecto a España, se han generado dudas de la actuación del Gobierno sobre determinadas decisiones judiciales: presos de Guantánamo, caso Couso, y los viajes de la CIA, que producen enorme preocupación y que el Gobierno y la cúpula judicial no han aclarado lo suficiente.

–¿Se mueve en redes sociales?

–Bueno, en breve tendré por fin una página web donde estará el contenido de toda mi actividad política, que hasta ahora estaba en la web de CC. Tendré también un blog que escribiré yo.

–¿Tiene perfil en Facebook?

–No, no lo he querido hacer porque soy muy personal en esas cosas y no sirvo para tener a alguien que me lo gestione. En estos momentos no tengo capacidad ni tiempo para poder dedicarle varias horas al día, que sería lo necesario. Sí contesto personalmente los correos que me envían los ciudadanos al Congreso.

–Ahora que viaja tanto, ¿qué suele hacer en los vuelos?

–Ay, pues disfruto muchísimo, porque durante diez años nunca tuve tiempo para mí, para reflexionar, pensar, leer… Me gusta mucho leer y ahora casi me leo una novela en la ida y vuelta a Madrid.

–¿Qué lee ahora mismo?

–Pues una novela de un chico de La Laguna, Mariano Gambín, que se titula Ira dei. La ira de dios y que voy a presentar el próximo día 20 de diciembre aquí en Tenerife. Es una interesantísima novela de misterio que relata unos asesinatos que hubo en La Laguna hace 275 años y que se reproducen ahora, en el siglo XXI. La historia se desarrolla en las calles de La Laguna y estoy enganchada

 

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