Las campañas electorales permiten un contacto directo, cara a cara, con los ciudadanos.

Ya lo he dejado escrito semanas atrás en este blog. Es una forma también de rendir cuentas de lo que hemos hecho hasta ahora y de contar qué queremos hacer. Además, por supuesto, de oír opiniones, de recoger propuestas y de recibir críticas.

Son días intensos en los que contactamos con miles de personas, de forma individual o a través de colectivos. En una jornada cualquiera puedes reunirte con colectivos deportivos (y entregar una placa a Guillermo Garrote), con vecinas de La Verdellada, hacer un alto para ayudar al ensobrado, y terminar escuchando a los grupos de Carnaval, como en esta ocasión en que visitamos a Guachipanduzy, Chaxiraxi, Pita-Pitos y Los Rumberos.

 

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