Los viajeros que adquirieron sus billetes antes de la entrada en vigor de los Presupuestos Generales del Estado tendrán que abonar un plus inesperado por el incremento de las tasas aeroportuarias. La imprevista decisión del Partido Popular de tumbar en el último minuto el acuerdo del Senado para que esta medida no se aplicase a los billetes ya emitidos, causará graves perjuicios económicos a los pasajeros y a las propias aerolíneas, además de un cúmulo de confusiones que el Gobierno podría haber evitado.
Paradójicamente, el Senado había aprobado previamente una enmienda a los Presupuestos del Estado, a instancias de CiU, que contó con el apoyo del PP, que dejaba exentos de incrementos a los billetes adquiridos antes de la entrada en vigor de la subida de tasas aéreas. Enmienda que los propios populares rechazaron cuando las cuentas retornaron al Congreso.
Este es el epílogo de la tramitación de unos presupuestos que, más allá de generar confianza y apostar por el crecimiento, suman más desconcierto y perplejidad a varios sectores de la economía a los que se condena a vivir la crisis con menos incentivos y más obstáculos.
La respuesta ha sido inmediata. La alianza para la excelencia turística (Exceltur) ha mostrado su «perplejidad» por la «más que desconcertante» política de subida de tasas aeroportuarias sin tener en cuenta «los más que negativos efectos finales» que le causará al conjunto del sector turístico español.
No han sido los únicos que han lamentado la desproporcionada subida de tasas aeroportuarias sin ningún argumento sólido que lo justifique, más allá del empeño del Gobierno en incrementar la recaudación y sanear las cuentas de AENA antes de proceder a su privatización.
Este incremento de las tasas provocará muchos quebraderos a los pasajeros afectados, entre ellos familias enteras que tendrán que abonar una cantidad ingente para poder usar un billete que ya habían abonado y, además, según los primeros datos, causará una caída de 2,87 millones de turistas al año, que podrían representar hasta 1.636 millones menos de ingresos.
La confusión es máxima. Muchas compañías han decidido cobrar este recargo, mientras que otras se han desmarcado eximiendo a los viajeros de este pago. Además de que resulta complicado avisar en un mes -plazo que establece la ley- ya que muchas de las ventas se han realizado a través de agencias de viajes tradicionales y no existe siempre un correo electrónico del comprador.
Las aerolíneas advierten de que, en el caso de que no cobren este aumento, se enfrentan a unas pérdidas que oscilan entre los 70 y 90 millones de euros, aunque otras fuentes lo elevan a 100 millones.
Esta extraña manera de maniobrar por parte del Gobierno y el Partido Popular puede acabar siendo sancionada por la Unión Europea ya que, según Air Bertín, una directiva comunitaria obliga a la preceptiva intervención de una autoridad de supervisión independiente.
Pero, sin duda, lo que más nos preocupa a los canarios es la decisión que ningún representante del Gobierno ni ningún miembro del Partido Popular ha sido capaz de explicar a los canarios. ¿Por qué el Gobierno de Mariano Rajoy ha aprobado un descuento del 10 por ciento en las tasas aéreas en las operaciones con Baleares entre noviembre y marzo y no ha aplicado una medida similar con Canarias?
Esta enmienda partió del Gobierno de Baleares, liderado por el Partido Popular, y ha sido muy aplaudida por la secretaria de Estado de Turismo, la balear Isabel Borrego. ¿Ha existido, por tanto, un condicionante político en la decisión del Gobierno del Estado de aplicar un descuento a Baleares y dejar a Canarias con una pírrica reducción para las operaciones en los días valle?
Todos, excepto el Gobierno, coinciden en avanzar que la subida de las tasas provocará una notable caída en el número de turistas. Las previsiones y las cifras acumuladas hasta ahora certifican que los augurios son ciertos y que el Ejecutivo no podrá ocultar a finales de año una realidad que provocará un cuantioso coste al turismo y al sector del transporte aéreo.
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