La tan traída y llevada crisis ha vuelto en los últimos días al Congreso de los Diputados. Pero sin anuncios nuevos del Gobierno para estimular de nuevo la creación de riqueza y de empleo.

El Gobierno se consuela recordando que a otros países europeos les ha ido peor en las estadísticas de decrecimiento económico y de caída del consumo. Pero este es un pobre consuelo si se piensa que España se ha puesto a la cabeza europea en índice de desempleo y, lo que es todavía peor, en la destrucción de los puestos de trabajo existentes.

Las familias pueden soportar que sus miembros más jóvenes no accedan por un tiempo al mercado de trabajo, sobre todo cuando hay recursos públicos para seguir mejorando su formación. En otras ocasiones crecía el paro porque la juventud no encontraba trabajo. Pero es que ahora se está destruyendo el empleo de sus padres y abuelos.

Más allá de los planes globales, Coalición Canaria ha aportado al Congreso nuevas ideas para hacer soportable esta situación a los ciudadanos más necesitados. Ya planeamos en su día la dotación de un Fondo de Inversión Municipal que permitiera a los ayuntamientos [la mayoría muy asfixiados económicamente] seguir haciendo más obras y proyectos, para detener la sangría del empleo en la construcción. Dio sus frutos.

Esta semana hemos vuelto a la carga con nuevas iniciativas. Una de ellas se refiere a una cuestión que afecta a millones de familias hipotecadas y no tiene costo para las arcas públicas.

Hemos planteado al Gobierno del Estado una norma urgente  que permita a las familias reducir su cuota hipotecaria desde el mismo día  en que toque su revisión anual a la baja. Y no un casi mes más tarde, como ocurre ahora.

Porque de esa forma -tal como ahora se aplica – la mayoría de las familias que revisaron la cuota de su hipoteca a partir del pasado noviembre pagan más entre 100 y 200 euros mensuales más de los que les correspondería. Y eso va a seguir ocurriendo con centenares de miles de hipotecados mientras el euribor siga bajando.

Es cierto que la reducción del euribor esta aliviando a las economías domésticas y facilitando la recuperación del consumo. Pero no a la velocidad justa y debida; porque cientos de miles no la van a percibir en su justa medida hasta diciembre de 2009, en el caso de que el euribor no repunte de nuevo a partir del verano.

En la mayoría de los  casos se aplica la reducción de las cuotas mensuales con un mes de retraso. De forma que las fuertes caídas del euribor en noviembre, diciembre y enero no se han aplicado inmediatamente a las familias, que seguirán sin ver reducidas su hipotecas hasta los últimos días de 2009.

Y todo ello porque los bancos y cajas no aplican inmediatamente la revisión de la media del euribor en el último día de mes que toque; sino que se manejan con su último índice publicado, que hasta ahora venia siendo 20 días después.

De los 18.000 millones de euros que debieran dejar de pagar las familias este año por  esa caída del euribor, varios miles se van a quedar en la banca y las cajas; porque no se aplica a su debido tiempo la rebaja.

Esa medida estimularía el consumo y contribuiría a reducir la morosidad. Los bancos aplican ahora márgenes mayores a los nuevos créditos porque se fían  mucho menos; pero debieran exprimir menos a sus antiguos clientes que se esfuerzan cada mes en cumplir sus obligaciones. El Gobierno ha tenido en su mano ayudar a la banca; ahora tiene la posibilidad de ayudar también a las familias hipotecadas.

 

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