Los Presupuestos del Estado concluyen la próxima semana su recorrido en las Cortes Generales sin que el Partido Popular haya aceptado las enmiendas en las que le proponíamos una importante inyección económica para contener el aumento de desempleo en Canarias y devolver las esperanzas a muchas empresas a las que se les rescindirá el contrato de numerosas obras.

Ahora nos corresponde iniciar una nueva ofensiva parlamentaria para convencer al Gobierno de que las cuentas de 2013 no pueden seguir sustentándose en una política de austeridad abocada al fracaso. Para ello, interpelaré el próximo miércoles a la ministra de Fomento, Ana Pastor, para proponerle que diseñe para el próximo año un plan que reactive la economía canaria a través de nuestros puertos y aeropuertos.

La interpelación urgente derivará posteriormente en una moción en la que concretaremos las iniciativas que, a nuestro juicio, debe impulsar el Gobierno sin más dilación para evitar que se perpetúe una recesión que amenaza con ahogar nuestra economía.

Decía Sófocles que “cuando las horas decisivas han pasado, es inútil correr para alcanzarlas”. Por ello, la crisis que nos resta por vivir requerirá que actuemos con altura de miras y que el Gobierno comience a aplicar las recetas que todos los analistas coinciden en apuntar como las únicas viables para que haya un punto de inflexión en la evolución de los indicadores económicos.

Trasladaré a la ministra de Fomento que la profunda crisis económica, la desaparición de compañías aéreas, el incremento de las tasas aeroportuarias y la subida del precio del petróleo son sólo algunos de los factores que están incidiendo de manera negativa en la evolución del transporte aéreo y marítimo de pasajeros y mercancías.

Una evolución que, según todos los especialistas, va a estar marcada por el incremento de las tarifas, la reducción de frecuencias y el monopolio en algunas rutas. Tres aspectos negativos que, sin duda, tendrán una mayor repercusión en Canarias.

Los puertos y aeropuertos son de especial interés para la economía canaria, tanto por la importancia de sus infraestructuras como por su papel en la vertebración y cohesión territorial de Canarias.

Dichas infraestructuras, que aspiran a formar parte de la Red Transeuropea de Transportes, son vitales para el desarrollo económico de Canarias, especialmente para el sector turístico. Sector que, en estos momentos, precisa de la apertura de nuevos mercados emisores, nuevas rutas y políticas que contribuyan a fortalecer el crecimiento consolidado en 2011.

Cualquier reducción del número de operadoras, vuelos y frecuencias que operan con los Archipiélagos conlleva un paso atrás en el objetivo de contar con una conectividad que fortalezca la economía de las Islas y el bienestar de los ciudadanos.

Hablamos de un tema de especial sensibilidad. Canarias depende directamente de sus puertos y, en especial, de sus aeropuertos. Por tanto, las consecuencias de un asunto como éste merecen respuesta e iniciativa política desde los ámbitos competentes, sobre todo en un momento en el que, precisamente gracias a la mejora de la competitividad de nuestros aeródromos, comenzábamos a asistir al repunte de nuestro principal recurso: el turismo.

A todo ello se une la reducción de la subvención para el transporte de mercancías entre la Península y las Islas (y viceversa) y entre éstas, lo que repercutirá directamente en los precios de la cesta de la compra.

Por otra parte, existe un convenio de carreteras que ha visto mermada su cuantía económica y que provocará que muchas obras iniciadas sean paralizadas. Este convenio es vital para la economía de las Islas dado que beneficia a muchas pequeñas empresas y genera mucho empleo.

También ha habido novedades con respecto a la verificación de la residencia. Las modificaciones introducidas en el proyecto de ley de los Presupuestos Generales del Estado de 2012 durante su tramitación en el Senado permitirán que los residentes accedan al mismo a través de servicios telemáticos, sin necesidad de tener que solicitarlo en sus respectivos Ayuntamientos. Esta opción requiere la firma de convenios antes de que entre en vigor la medida.

Dice Paul Krugman en su último libro “¡Acabad ya con la crisis!” que “cada mes que pasamos en esta depresión inflinge un daño continuo y acumulativo a nuestra sociedad, un daño que no debemos medir solo en el sufrimiento actual, sino también con la degradación del futuro. Si podemos tomar medidas que aceleren radicalmente la recuperación -y estas medidas existen-, debemos adoptarlas”. Y ese es precisamente el mensaje que trasladaré el próximo miércoles a la ministra de Fomento.

 

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