La semana política estatal ha estado de nuevo protagonizada por el debate de los Presupuestos Generales del Estado para 2009, que ocupó de forma exclusiva la actividad parlamentaria en el Congreso el martes y el miércoles. Pero antes, el lunes, el presidente Rodríguez Zapatero presentó los dos decretos leyes que contienen las medidas para sanear el sistema financiero. Nosotros lo apoyamos porque consideramos que no hay otra alternativa para frenar el deterioro de la economía financiera, pero también pedimos que haya total transparencia y que las medidas tengan un claro reflejo en la economía real, en las pymes y en los ciudadanos.   Con la misma responsabilidad con que apoyamos esas medidas, nos opusimos al día siguiente al proyecto de ley de Presupuestos Generales, y presentamos una enmienda a la totalidad porque creemos que éstos no son, ni de lejos, los presupuestos que Canarias necesita y a los que tiene derecho.      En el que quizá sea el debate más importante del año, Canarias volvió a estar presente de forma destacada. Una vez más, fue Coalición Canaria la que subió a la tribuna para debatir con el vicepresidente económico, Pedro Solbes, durante una hora, las partidas canarias de los Presupuestos. Hay que volver a decirlo: si no existiera Coalición Canaria, no se hablaría de nuestra tierra en los grandes debates. Sólo Cataluña, el País Vasco, Galicia y Canarias son las comunidades que cuentan con voz propia en las Cortes.

Por ello, un representante de CC, en esta ocasión José Luis Perestelo, explicó en el hemiciclo del Congreso las necesidades de las Islas y obligó a Pedro Solbes a intentar defender lo que no tiene defensa: las cuentas canarias en los Presupuestos para 2009, que suponen un retroceso tal, que nos sitúa a la cola en inversiones respecto al resto de comunidades autónomas, justo en el momento en que más lo necesitamos, cuando el desempleo crece en las Islas y la crisis económica mundial nos golpea con mayor fuerza que a otros territorios por las características de nuestra economía, basada en los servicios, la construcción y la dependencia del exterior.  La enmienda a la totalidad es el recurso de que disponen los grupos parlamentarios para rechazar el conjunto de una ley, en este caso los Presupuestos Generales del Estado. Si prospera, el Gobierno se ve obligado a retirarla y a presentar un nuevo proyecto de ley. Nosotros presentamos y argumentamos una enmienda a la totalidad porque no podíamos de ningún modo apoyar unos Presupuestos que, como los calificó Perestelo, son unos “presupuestos cangrejo”        Igual que este crustáceo camina hacia atrás, estos Presupuestos suponen el mayor retroceso en nuestra posición respecto a las demás comunidades autónomas. Primero, porque no cumple con el mandato de nuestro Régimen Económico y Fiscal, que establece que la inversión estatal en Canarias debe corresponderse con la media estatal por habitante. Los datos no admiten discusión: la inversión media en España es de 569 euros, mientras en Canarias no supera los 394. Eso quiere decir que los ciudadanos canarios dejaremos de recibir el próximo año 350 millones de euros.   El REF es una ley que tiene tanto valor como los Estatutos de Autonomía. Pero si Cataluña, Baleares, Andalucía y Aragón han visto cómo se aplica lo que dicen sus estatutos a la hora de equipararlos a la media nacional, no sé por qué nosotros tenemos que ser menos.        También suponen un retroceso porque precisamente cuando más lo necesitamos porque somos la comunidad que más estamos sufriendo el aumento del paro (ya estamos en el 16 por ciento, 6 puntos más que la media estatal), disminuyen en un 13 por ciento las inversiones, se reducen o eliminan fondos básicos para luchar contra el desempleo, como el Plan de Empleo en Infraestructuras Educativas o la renovación de las infraestructuras turísticas. Tampoco hay un euro para los trenes en Tenerife y Gran Canaria, fundamentales para la movilidad y la generación de trabajo, y disminuye la subvención al transporte de mercancías.

No podíamos apoyar unos Presupuestos que han obtenido como respuesta en Canarias el mayor rechazo social, la oposición casi unánime, de los distintos sectores de nuestra sociedad. Sólo los diputados socialistas canarios, dentro de la lógica del sucursalismo y la obediencia a las directrices que vienen de Madrid, los han defendido con débiles argumentos, cuando no distorsionando las cifras.

Ahora se apresuran a anunciar que harán en unos días lo que no consiguieron en el largo camino de la elaboración de los Presupuestos. E intentarán vender como grandes logros lo que sólo será una labor de maquillaje para disimular lo que han evidenciado con tanta claridad: su nula influencia en las decisiones de la dirección de su propio partido en Madrid.

El siguiente paso en la tramitación del proyecto de ley de Presupuestos es el de la defensa y votación de enmiendas parciales, una ocasión para que el Gobierno corrija la gran injusticia que ha cometido con Canarias. Nuestras enmiendas van dirigidas a ello. Su núcleo central lo constituyen aquellos asuntos que hemos subrayado como fundamentales desde que se hicieron públicas las cuentas del Estado, y cuya finalidad última es la creación de empleo y el acercamiento de la inversión a la media nacional.    El vicepresidente Pedro Solbes cerró su intervención en respuesta a Coalición Canaria en el Pleno del martes expresando su voluntad de llegar a acuerdos, de “seguir charlando para buscar qué elementos permiten aproximarnos a ambas formaciones”, dijo. El interés es recíproco. Nosotros, por supuesto, también queremos llegar a acuerdos y eso sólo se consigue a través del diálogo. Pero los acuerdos sólo serán posibles si el Gobierno accede a dar a Canarias lo que le corresponde, y lo que hoy más que nunca necesita. Solbes tendrá que demostrar que sus palabras eran sinceras.

 

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