Esta semana se ha debatido en el Congreso de los Diputados la toma en consideración del proyecto de Ley de Economía Sostenible. En una situación muy diferente a la del momento en que la idea se lanzó, hace más de un año. Por ello esa norma precisa de cambios que la adecuen al nuevo escenario.

Cuando hace años se empezó a hablar de la Economía Sostenible, casi todo el mundo pensaba primero y sobre todo en la sostenibilidad medioambiental, junto a la económica y a la social.

Hoy estas dos últimas han vuelto a ser tanto o más importantes que la primera. Porque con un PIB en estado de hibernación y un 20% de paro las prioridades vuelven a reequilibrarse, como se tiene que reequilibrar esta ley, sobre todo en todo aquello pueda desburocratizar o agilizar la actividad económica.

En Canarias hace más de siglo y medio que inventamos y arrancamos del Estado nuestra propia Ley de Economía Sostenible. Se trata de la Ley de Régimen Económico Fiscal de Canarias. Es en ella donde se han de establecer las medidas de sostenibilidad de futuro para una economía ultraperiférica que nada tiene que ver con la continental.

En las enmiendas de CC se presta especial atención a las cuestiones que tienen que ver con el transporte y la energía, dos ámbitos que en poco se parecen allí al español continental. Dos sectores que pueden estrangular o multiplicar el desarrollo canario en función de que se acierte o no con los nuevos modelos.

Liberalizar al máximo las comunicaciones aéreas, tanto en permisos o autorizaciones como en tasas, ha de representar un buen adelanto del futuro REF.

Y en ese objetivo nos aplicaremos en las próximas semanas.