Hoy he tenido un encuentro con el Rey en el Palacio de La Zarzuela. Se ha producido dentro de la ronda de consultas que el jefe del Estado celebra con las fuerzas parlamentarias con vistas a la sesión de investidura, que convertirá el próximo martes en presidente del Gobierno a Mariano Rajoy.

Fue, como todas las veces que he tenido la ocasión de reunirme con él, un encuentro muy cordial, que aproveché para trasladarle la preocupación, y él se mostró muy interesado, por la situación de una comunidad, como la canaria, que bordea el 30 por ciento de paro, y en particular la de la Isla de El Hierro, cuyos habitantes sufren las consecuencias de la crisis sísmica.

Como dije en la rueda de prensa posterior a la visita, encontré a don Juan Carlos con un aspecto físico fantástico, e intercambiamos información sobre los distintos métodos de rehabilitación, ya que yo tuve un problema en una pierna que me obligó a llevar muletas al comienzo de la precampaña.

Le expliqué nuestra preocupación ante la posibilidad de que el Grupo Mixto se convierta en un grupo parlamentario nada operativo, con 23 miembros, si la Mesa del Congreso no acepta que UPyD y Amaiur, con cinco y siete diputados cada uno, formen grupos aparte.

El Rey se mostró receptivo y preocupado ante esa posibilidad, que nos haría a las minorías casi invisibles, en contra de la voluntad de nuestros votantes, que quieren que ejerzamos nuestra labor.

Percibí en él que es partidario de que la pluralidad política se refleje en el Congreso, y el convencimiento de que hay situaciones que no son viables. En las que no se puede desarrollar el papel político que los ciudadanos nos han encomendado.  

Además, es una falta de respeto y no nos parece lógico que el lunes, una hora antes de que comience el debate de investidura del nuevo presidente, la Mesa decida si el Grupo Mixto tiene 11 o 23 miembros. Hasta ese momento no podremos saber de cuánto tiempo vamos a disponer en una intervención tan importante.