Entrevista publicada en Canarias 7

La portavoz de Coalición Canaria en el Congreso tiene la certeza de que el Gobierno de Rajoy tendrá que volver a sacar la tijera y se prepara para una difícil negociación de los presupuestos de 2013. Al PP le demanda que no se encastille y dialogue con todas las fuerzas políticas.

—¿Qué cabe esperar del nuevo curso político que acaba de empezar?

—Este periodo de sesiones va a ser trascendental  porque el Gobierno está negociando las condiciones de  la intervención del BCE. Las políticas del PP han propiciado un rescate inminente pese a que el aval de  Rajoy ante la ciudadanía era que iba a trabajar para evitarlo. Esperamos que el Gobierno actúe con transparencia sobre esas condiciones y que no retrase una decisión que ya tiene tomada por las elecciones vascas y catalanas. Y desde el punto de vista de Canarias, va  ser también un periodo muy importante por dos aspectos concretos: la negociación de los Presupuestos del Estado de 2013, que esperamos corrija los errores del año anterior, y también porque toca aprobar la reforma del REF, la herramienta fundamental de la economía canaria.

—Vista la obsesión del Gobierno por reducir el déficit  ¿tiene CC expectativas reales de mejorar la ficha financiera de las Islas para 2013?

—Los nacionalistas tenemos  la  ventaja de que podemos hablar alto y claro de cuáles son las necesidades canarias,  sobre todo analizar qué consecuencias han tenido  las restricciones y los recortes presupuestarios impuestos por el PP.  Pero no se trata solo de una cuestión de recursos, hay  partidas que  son cantidades pequeñas en los Presupuestos pero esenciales para Canarias y hay cuestiones importantísimas  que  no conllevan ficha financiera, pero que no se han plasmado por la falta de sensibilidad y de voluntad política.  Aunque el Gobierno no quiera enterarse de cuáles son las circunstancias de las Islas y de las medidas que hay que tomar, nosotros haremos que se entere. Y si no las toma, tendremos que elevar la voz como representantes de los canarios.

—¿Esa va a ser la línea de actuación del nacionalismo canario en el Congreso, levantar la voz?

—No, no únicamente. La levantaremos cuando haya que hacerlo, pero nuestra forma de hacer oposición es sobre todo plantear propuestas en positivo. Para este nuevo curso tenemos muchas que  espero que sean tenidas en cuenta. No estoy aquí para dar piñazos, sino para intentar llegar a acuerdos en beneficio de los intereses de Canarias.

—¿Y cómo casa esa búsqueda de acuerdos con la postura del presidente del Gobierno canario, que ha endurecido su discurso y apuesta por revisar el contrato con el Estado?

—Hay que distinguir los temas pragmáticos del  discurso político. Hemos visto estos días una multitudinaria manifestación en Cataluña pidiendo la independencia y eso es fruto de muchos factores pero en gran parte de la desafección hacia la política. Los ciudadanos ven como su vida cambia a peor, nadie les soluciona nada y acaban por meter a todo el mundo en el mismo saco. Cuando un Estado intenta homogeneizar sin reconocer los hechos diferenciales la gente empieza a  despegarse de un Gobierno que no tiene en cuenta sus necesidades. Canarias siempre ha tenido unas condiciones especiales en su relación con el Estado y de pronto nos encontramos con que el Gobierno del PP no lo tiene en su agenda e intenta demonizar las autonomías y centralizar todas las políticas. Esto es una relación de dos direcciones, nosotros somos profundamente españoles y profundamente europeos, pero necesitamos una dedicación intensa del Gobierno de España y de Europa, de lo contrario viene la desafección y la reacción adversa de la ciudadanía.

—¿Ve posible que en Canarias, con uno de los índices de paro más altos del Estado, se concite un grado de malestar que lleve al estallido social?

—Está claro que determinadas decisiones que está tomando el Gobierno de Rajoy dan la espalda a las necesidades de las Islas: quitan los programas de lucha contra el paro,  acaban con los planes de rehabilitación de las infraestructuras alojativas que permitían impulsar un nuevo modelo de turismo,  eliminan las primas a las energías renovables y seguimos esperando que el ministro Soria saque el decreto para el Archipiélago, recortan la subvención al transporte de mercancías… No hay ninguna sensibilidad con los problemas de uno de los territorios más castigados por la crisis. Además somos la autonomía peor financiada. Todo eso hace que estemos en una situación límite. Hasta ahora se ha aguantado por la red familiar, porque los canarios tenemos muy arraigado el concepto de familia. Los planes de empleo específicos para los sectores más marginales ya se han acabado y la red de servicios sociales municipal ya no tiene más capacidad. Además, las organizaciones no gubernamentales también tienen menos medios para atender a la gente porque les han quitado ayudas y han bajado las aportaciones voluntarias de los particulares. Y si a esto le sumas que a mucha gente que se quedó en paro con la crisis se le acaban ahora las prestaciones por desempleo, creo que nos vamos a encontrar con una situación social muy tensa en los próximos seis meses.

—¿En un momento tan crítico, se queja de que la interlocución del Gobierno con las demás fuerzas políticas sea prácticamente nula?

—La mayoría absoluta del Partido Popular ha hecho que desaparezca el debate político en el Parlamento. En lugar de escuchar, el Gobierno no cuenta con nadie.  Los portavoces de la oposición no hemos sido llamados ni una sola vez en estos nueves meses a sentarnos a hablar con el portavoz del grupo popular y eso no puede ser así. Y ni siquiera se trata de que se sienten a negociar, porque tienen la mayoría legítima para decidir, pero por lo menos deberían atender las aportaciones que los demás grupos podemos y debemos hacer, e intentar que la imagen no sea siempre la del PP por un lado y el resto de la Cámara por otro. Hay un camino intermedio, pero el desprecio del Gobierno por los acuerdos es absoluto, ni lo intentan, ni siquiera están dispuestos a sentarse a una mesa y eso es terrible. No existe la puesta en común de todos los grupos políticos que se demanda en una situación extrema como la que estamos viviendo en este país.

—¿Teme Coalición Canaria que haya más recortes?

—No es que los tema, es que estamos convencidos de que los habrá. El Gobierno tiene ya un desfase de 8.000 millones de euros en los Presupuestos que tendrá que ajustar para contentar a Europa: ha caído la recaudación del IVA, los intereses pagados durante los meses en los que la prima de riesgo ha estado por encima de los cuatrocientos puntos van por 6.000 millones de euros, en el plan de ajuste que llevaron a Bruselas decían que con la amnistía fiscal recaudarían 2.300 millones pero hemos conocido el balance y solo han sido 50 millones. Las políticas que vendieron no han funcionado, estamos peor. Y tenemos un Gobierno  dice que hace cosas que no le gustan porque no le queda otro remedio, obligado por las circunstancias. Lo de Mariano Rajoy es como el Rey Lear de Shakespeare:   «Haré algo, pero no sé qué»

 

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