AENA aumentará progresivamente hasta un 40 por ciento en los próximos dos años las bonificaciones de las tasas aéreas para quienes realicen una conexión en cualquier aeropuerto de Baleares durante la temporada de invierno. Una medida que el Gobierno del Estado solo aplicará en Baleares, pero no en Canarias.

¿Qué se pretende con esta medida? Incentivar el tráfico aéreo en la temporada en la que se reduce el número de pasajeros en Baleares y animar a las aerolíneas a utilizar especialmente el aeropuerto de Palma de Mallorca como base de operaciones durante el invierno.

AENA ha justificado esta medida por el alto nivel de estacionalidad que existe en Baleares y ha cerrado las puertas a la aplicación de una bonificación similar en Canarias ya que, según ha dicho su director general, Javier Marín, no es aplicable en nuestro Archipiélago ya que la utilización de nuestros aeropuertos es muy similar en la temporada alta (invierno) y en la baja (verano).

El Gobierno del Estado utiliza distintas varas de medir en función del color del partido político que gobierne en cada territorio. Quedó en evidencia con el archivo de las prospecciones petrolíferas en el Mediterráneo y su impulso en Canarias y es una constante que se repite en el caso de las bonificaciones aéreas.

La sustancial caída del tráfico aéreo ha obligado al Ministerio de Fomento a dar un giro a su nefasta política en la gestión de la red de aeropuertos. Pese a las advertencias del sector turístico y de las propias aerolíneas, encadenó dos subidas consecutivas de las tasas en los presupuestos de 2012 y 2013, y ahora ha reconocido que sus decisiones no han sido acertadas y ha decidido introducir bonificaciones para atajar la fuerte caída de viajeros.

Sin embargo, las vías que ha abierto AENA para incentivar el tráfico aéreo no benefician en absoluto a Canarias, pese a que es consciente de que las previsiones que existen en nuestro Archipiélago son negativas. El Ministerio de Fomento, empujado por el Gobierno de Baleares, del Partido Popular, se ha visto obligado a ceder a las presiones de sus socios políticos y, de hecho, esta nueva bonificación será una de las medidas estrella que presentará el ministro de Industria, José Manuel Soria, al presidente de Baleares, José Ramón Bauzá, en la reunión que mantendrán ambos el próximo miércoles, día 10 de julio.

El Gobierno del Estado sabe que Canarias encara este verano con una notable merma de sus conexiones aéreas con la Península. La oferta de plazas ha caído en más de 250.000 con respecto a 2012, lo que supone un descenso del 10,9 %, y a ello se suma el descenso en más de un 23% del tráfico interinsular. A esta minoración se suma la pérdida en verano de otras 16.374 plazas áreas regulares a destinos internacionales, lo que representa un 0,3% menos que las operadas con Canarias durante 2012.

Pese a que las previsiones para Canarias no son nada alentadoras y que parte de la responsabilidad recae en el aumento de las tasas aeroportuarias, ni el Ministerio de Fomento ni el Ministerio de Industria han articulado ningún plan específico para nuestro Archipiélago. Al contrario. Su decisión de incentivar las conexiones aéreas en Baleares durante la temporada de invierno supone un golpe negativo para Canarias.

Durante la presente legislatura, hemos intentado convencer sin éxito al Gobierno del Estado sobre los beneficios que reportó a Canarias en 2011 la decisión de bonificar las tasas para estimular la apertura de nuevas rutas y recompensar a aquellas aerolíneas que aumentaban sus conexiones con las Islas. Cerramos 2011 con más de 12 millones de turistas gracias a que la bonificación de las tasas aeroportuarias supuso la llegada de 1,5 millones de pasajeros adicionales. Pese a la obviedad de las cifras, la respuesta del Gobierno del Estado ha sido siempre negativa. Baleares sí, Canarias no. Madrid se aferra a la estacionalidad para justificar sus decisiones en Baleares, pero lo cierto es que se trata de una simple excusa para atender las demandas planteadas por sus socios del PP y sancionar a quienes no pertenecen a su misma fuerza política. Y a quien castiga el Gobierno del Estado no es a Coalición Canaria ni al PSOE sino a los canarios y canarias.

 

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