Con ciertas prisas para dejar consolidada una reforma muy en ciernes todavía del sistema aeroportuario español, el Gobierno llevó el jueves al Congreso la convalidación del decreto por el que se crea la Comisión de Regulación Económica Aeroportuaria, entre otros asuntos.

Es una pieza más de nuevo entramado, que si bien es necesaria para su funcionamiento y para cumplir con las directivas de la UE, tenía una falta importante que denunciamos desde Coalición Canaria: la no consideración de la “diferencia” canaria a la hora de que el nuevo órgano establezca las tasas aéreas del futuro.

La doble rebaja de las tasas aéreas en Canarias que, desde el Gobierno de Canarias y el grupo canario logramos hace dos años, ha sido uno de los factores clave para lograr el repunte turístico de Canarias, y la pequeña recuperación del empleo producida en el último año. La sola posibilidad de que se desande el camino andado en este campo constituye una amenaza para remontar la crisis en Canarias. Y por eso hemos de seguir luchando para el mantenimiento de la rebaja, una rebaja que le permite a Canarias competir con destinos turísticos emergentes, donde aterrizar y despegar les resulta muy barato a las compañías aéreas.

En estos dos años hemos impulsado constantes iniciativas para que el Ministerio de Fomento y AENA entendieran que las tasas aéreas han de tener en Canarias un tratamiento parecido al que otros sectores tienen reconocido en el Régimen Económico y Fiscal (REF) de Canarias.

El REF dice que se ha de tener en cuenta la insularidad y la lejanía a hora de regular la actividad económica de nuestras Islas. Y así se reconoce en muchas regulaciones económicas españolas y europeas que nos afectan en materia de fiscalidad indirecta, aguas, energía, puertos, transporte de residentes y mercancías o agricultura, entre otras. Pero nada aparece en el nuevo marco que se está construyendo para los aeropuertos de este país.

En las regiones ultraperiféricas no cabe analizar un sistema aeroportuario solo y exclusivamente desde el punto de vista de la eficiencia de éste, sin ponerlo en relación con el conjunto de los sectores a los que da vida y sostiene.

El sistema aeroportuario es una piedra angular del futuro de Canarias. Si se constriñe a parámetros de gestión continental, no solo no dará el servicio que Canarias precisa, sino que será ineficiente en sí mismo, porque no atraerá a suficiente número de visitantes.

En la futura revisión del Régimen Económico y Fiscal de Canarias tendremos que dejar eso bien claro, corrigiendo las carencias del citado decreto. Habrá que incluir normas que aseguren la diferencia de los costes de operación en Canarias, como ya existen en otros sectores económicos.

Pero si algo tengo claro es que eso será muy difícil, si Canarias no cuenta con grupos parlamentarios en el Congreso y en el Senado. Una presencia que permita introducir el toque canario en todas aquellos asuntos en los que el modo de hacer “continental” perjudica a unas islas alejadas. Este solo es el “botón de muestra que demuestra” la pertinencia, necesidad y razón de ser de CC en Madrid.

 

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