Tan poco acostumbrados estamos en este país a abrir debates políticos que permitan lograr un consenso y crear sinergias entre todas las fuerzas políticas, que las desafortunadas formas utilizadas por el PP y el PSOE para sellar un acuerdo global de cara al próximo Consejo Europeo provocaron que muchos partidos, predispuestos a sumarse a la iniciativa, optaran por plantarse y desmarcarse del texto elaborado por los dos partidos con mayor representatividad en las Cortes Generales.

Coincidimos con los argumentos esgrimidos por parte de aquellos que se han sentido despreciados y utilizados en este proceso. Es la misma sensación que tenemos quienes no pudimos participar en su debate desde el minuto uno. Sin embargo, en el caso de Coalición Canaria, tras analizar los ejes principales que figuran en el acuerdo y la importancia que entraña los mismos para territorios como Canarias, que necesita más que ningún otro que se desbloqueen todas aquellas políticas que incentiven la creación de empleo y el impulso de la actividad económica, hemos decidido que votaremos a favor de la proposición no de ley en la que se transformará este pacto.

El texto que será debatido el 25 de junio en el Congreso, apenas unos días antes de que Rajoy acuda a Bruselas al Consejo Europeo, se ajusta a los asuntos que han sido incluidos en la agenda de la próxima cumbre europea. Asuntos que no admiten más demora y que tienen mucho que ver con la utilización de los recursos asignados para fomentar el empleo juvenil, el desarrollo de los programas europeos de formación, el aumento de los fondos del Banco Europeo de Inversiones destinado a las pymes o, por ejemplo, la incorporación de nuevas propuestas en aquellos ámbitos que puedan tener un mayor impacto en el crecimiento, que en nuestro caso para necesariamente por la continuación de la rehabilitación de los espacios turísticos deteriorados.

Muchos de los puntos que se han incluido en el acuerdo, al que me he sumado en nombre de Coalición Canaria, se sitúan en la misma línea de lo que ha argumentado el presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero, en sus demandas al Gobierno de Mariano Rajoy y a la propia Unión Europea. Demandas que pasan por la aplicación del Gobierno del Estado en nuestro país de aquellas mismas recetas que éste exige en Bruselas, es decir, una mayor atención a quien más lo necesita y un mayor apoyo a quienes carecen de instrumentos suficientes para retornar a la senda del crecimiento.

Creemos acertado que el acuerdo contemple que se inste a las instituciones europeas a que adopten medidas que pongan fin a la fragmentación existente en los mercados financieros, que se traduce en unas diferentes condiciones de financiación para las empresas de los diferentes países de la zona euro. Es inconcebible que las empresas de la UE estén jugando en distintas divisiones y que unas partan con ventaja por sus facilidades de acceso a la financiación y otras, como es el caso de Canarias, figuren a la cola por negársele la posibilidad de contar con los recursos necesarios para competir de tú a tú.

Coincidimos en que se debe impulsar cuanto antes el crecimiento y el empleo, anticipando la ficha financiera prevista para los próximos cinco años e incorporando propuestas que permitan que los sectores productivos sean más competitivos. En el caso de Canarias, este apartado tendría que concretarse en la cualificación de nuestras zonas turísticas para contar con una oferta que permita que Canarias sea un destino más sólido.

El desempleo juvenil y la formación son los dos asuntos que figurarán en lo más alto de la agenda del Consejo Europeo. Y creemos acertado -aunque en otros foros se tendrán que habilitar otras líneas de trabajo paralelas- que se utilicen los recursos asignados a la iniciativa sobre empleo juvenil en los primeros años de vigencia del próximo marco financiero plurianual y que se desarrolle un programa ERASMUS para la Formación Profesional, así como la conversión del sistema EURES en una verdadera herramienta de empleo y formación europea, además de poner en marcha de manera inmediata las medidas de la Garantía Juvenil.

También decimos sí a que todos aquellos esfuerzos económicos y financieros que se impulsen para atajar el desempleo juvenil no computen en el déficit. Ni queremos que figure en el caso del Gobierno del Estado, como ha reclamado el propio Rajoy, ni tampoco en las cuentas de las Comunidades Autónomas.

Y, por último, en cuanto a los fondos del Banco Europeo de Inversiones, Canarias ya inició su propio camino con dicha entidad, anticipándose al recorrido que ahora se propone en este acuerdo. Recorrido en el que se plantea lo que es un auténtico clamor: la concesión de nuevos préstamos a las pequeñas empresas y el desarrollo de un programa de ayuda al comercio.

En definitiva, pese a los errores de principiante a los que aludía al inicio del artículo y los estrepitosos fallos en las formas parlamentarias, valoramos que, dieciocho meses después, se haya concretado un amplio acuerdo para fijar una posición mayoritaria, y no unilateral por parte del PP, de cara al resto de la UE, y albergamos la esperanza de que sea sólo el inicio de una senda de trabajo en la que se abogue por el consenso y el trabajo común.

 

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