Esta es mi intervención en la interpelación que realicé el día 14 de mayo al ministro de Industria, José Manuel Soria, en el pleno del Congreso de los Diputados, el pasado día 14 de mayo. Enlace a vídeo

 “El petróleo, como ustedes saben, es una energía antigua, sucia y a extinguir. Estamos en el tiempo no ya del oro negro, sino del oro verde. Los ciudadanos tememos el chapapote y a no volver a ver los eclipses de luna sobre el mar porque los tape una torre petrolífera”.

“Nuestro petróleo es el turismo, defenderemos esa postura dónde sea y no permitiremos, jamás de los jamases, que se autoricen prospecciones en nuestro mar”.

Estas dos reflexiones tan contundentes llevan la firma de dos altos dirigentes del Partido Popular, el diputado del PP, González Pons, y el presidente de la Comunidad Autónoma de Baleares.

Sin embargo, pese a que es el propio PP quien asegura que el petróleo es incompatible con el turismo, todavía hay gente que no entiende por qué los canarios decimos NO al petróleo.

Nos recuerdan insistentemente que el petróleo es una fuente de riqueza, una oportunidad única a la que no podemos renunciar de ninguna manera, que ningún país del mundo diría NO a las energías fósiles y que, en nuestro caso, con la tasa de paro que existe en Canarias no tenemos otra salida y que debemos claudicar sean cuales sean las consecuencias para nuestro territorio.

Insisten en convencernos de que la normativa española y europea reduce a casi “riesgo cero” la posibilidad de que exista un derrame, que los peligros son ínfimos y que si Marruecos pincha a un lado de la mediana no podemos permitir que los marroquíes se queden con el crudo que existe nuestro lado, en aguas canarias y españolas.

Toda esta maniobra elaborada conjuntamente por la compañía Repsol y el Ministerio de Industria es una falacia.

Pero estamos tan cargados de razones que, pese a que la multinacional ha hecho todos los esfuerzos a su alcance para tratar de condicionar la opinión de los ciudadanos y de los medios de comunicación, la sociedad canaria sigue manteniendo su oposición mayoritaria al petróleo.

Decimos NO porque con la explotación de petróleo asumimos todos los riesgos y todos los perjuicios y, a cambio, no percibimos ningún beneficio.

Decimos NO porque no estamos dispuestos a poner en juego el futuro físico de nuestra tierra, ni el futuro vital de más de dos millones de canarios y de las futuras generaciones que vivirán en Canarias. 

Vivimos en una tierra de una extraordinaria riqueza natural. En nuestro archipiélago habitan más de 17.000 especies terrestres y marinas que nos sitúan entre las 15 regiones bioclimáticas más ricas en biodiversidad de todo el planeta.

Nuestros fondos marinos son excepcionales. Canarias se encuentra en la ruta de los cetáceos, es el santuario de algunas especies y la riqueza de su fauna marina es innegable. El 40% de nuestro territorio está declarado como espacio natural protegido. Y ese es nuestro verdadero tesoro, el oro verde y azul. No el oro negro.

Por si no fueran suficientes estos argumentos, la tramitación de la autorización a Repsol se ha cruzado en el camino con la declaración como Lugar de Interés Científico (LIC) de una parte importante de la zona marina donde se pretenden realizar las prospecciones. Y el objetivo de esa declaración es su protección.

Y señores, ese expediente está oculto y paralizado.

No queremos pensar, señor ministro, que su ralentización tenga que ver con el futuro de las prospecciones. Y le comento esta sospecha porque nos ha sorprendido la contundencia de la acusación realizada por Repsol contra la Sociedad para el Estudio de los Cetáceos del Archipiélago Canario para desautorizar su informe sobre el LIC. ¿Obedece a un nuevo episodio más del nerviosismo de la multinacional sobre un expediente que podría poner fin a sus planes en Canarias?

¿Qué prisas tiene su Ministerio con la autorización a Repsol? ¿Tiene que ver con el hecho de anticiparse a la trasposición de la nueva normativa comunitaria a la legislación española, mucho más estricta en los requisitos que se exigen a las petroleras y las responsabilidades que tendrán que asumir en el caso de que exista un vertido?

Señor ministro, nuestra oposición no solo tiene que ver con la protección de nuestra naturaleza. En el caso de un accidente, tendría consecuencias no solo sobre los fondos marinos sino también afectaría a un recurso vital como es el agua.

A diferencia del resto de las comunidades autónomas, el suministro de agua dulce en las Islas Canarias se ve condicionado casi en su totalidad por la existencia de plantas de desalación. Este factor aumenta exponencialmente en el caso de Lanzarote y Fuerteventura, en el que el agua desalada representa más del 90 por ciento.

Ante un vertido, dejaríamos a sus más de 200.000 habitantes, además de la población flotante, sin suministro de agua potable durante un periodo indeterminado.

Decimos también NO al petróleo porque nuestra principal actividad es el turismo. Supone más del 50% de los puestos de trabajo de la economía de Lanzarote y Fuerteventura, pero casi el 100% de los empleos indirectos en ambas islas y el 30% de la economía canaria.

Un derrame como el que ocurrió en el Golfo de México hundiría la economía de una Comunidad como la canaria y sería un golpe de muerte al único sector económico de Lanzarote y Fuerteventura y al principal motor económico del resto de las Islas.

Ustedes nos recuerdan que ningún país renunciaría a la exploración de petróleo. Pero no es así. Existen, hay muchos ejemplos a nivel internacional que demuestran que estas prospecciones se pueden parar.

El Gobierno de Noruega paralizó en 2013 los planes de perforación de petróleo y gas en las islas Lofoten y en otras zonas cercanas ante la fuerte presión social e internacional. Las aguas de estas islas acogen el caladero de bacalao más grande del mundo, el mayor arrecife de coral de aguas frías, y la colonia de aves marinas más importante de Europa continental.

En octubre de ese mismo año, se dio a conocer una nueva victoria para el medio ambiente al aplazarse, en Rusia, hasta al menos 2017, la decisión sobre la construcción de una nueva plataforma petrolífera cerca del hábitat de una población de ballenas grises en peligro de extinción en el Pacífico noroccidental.

En agosto de 2013, el pueblo Inuit de Canadá consiguió una gran victoria al lograr parar una campaña de sondeos sísmicos en sus territorios en el Ártico.

El 14 de noviembre de 2012, se rechazó un proyecto en California por el que se pretendía realizar sondeos en la costa del Condado de San Luis Obispo, ante los riesgos para las pesquerías y la vida marina.

O, por ejemplo, la petrolera brasileña Petrobras tuvo que abandonar en mayo de 2011 su proyecto de explotación de petróleo en aguas profundas neozelandesas.

Ustedes usan constantemente el modelo de Noruega para convencer, omitiendo parte de la realidad del país nórdico, diciendo que quieren lo mismo para Canarias. Y usted sabe que en España, a diferencia de Noruega, no es el Estado el que realiza las prospecciones directamente, que en nuestro caso se trata de una concesión a una multinacional cuyo capital mayoritario tampoco es español. El Gobierno ingresará los impuestos que le corresponden por la concesión, pero los beneficios se los llevará una multinacional con nombres y apellidos que se llama Repsol

Y cuando los canarios decimos que estamos asumiendo todos los riesgos, tienen la desfachatez de decir que se puede estudiar una compensación a Canarias que, según altos cargos de su Ministerio, podría ser de unos 200 millones de euros. Es decir, la misma cantidad que ustedes han eliminado solo en un año del convenio de carreteras o los fondos que los canarios hemos perdido por la desaparición del plan integral de empleo.

¿Tan poco aprecio tiene usted a su tierra para vender su principal riqueza –tanto natural como económica- a una multinacional a cambio de 200 millones de euros?

Como en aquella inolvidable película “Bienvenido, Míster Marshall”, en Canarias se han movilizado los hombres del oro negro y altos cargos del Gobierno del Estado para intentar hacernos creer que se podrán crear, en el mejor de los casos, entre 3.000 y 5.000 empleos relacionados exclusivamente con la actividad portuaria y de avituallamiento.

Estas cifras son realmente difíciles de creer si analizamos los empleos que genera esta compañía en otras zonas de España y del mundo, y aún más si atendemos a la afirmación de la compañía petrolífera de que REPSOL en Canarias usará un solo barco-plataforma en la fase de producción y explotación. ¿Cómo pueden generarse 3.000 ó 5.000 puestos de trabajo para apoyo de un solo barco de perforación con una tripulación a bordo inferior a 200 personas? Los mismos trabajos que un complejo hotelero.

No sean demagogos. No mientan. No prometan empleos aprovechándose de la difícil situación que se vive en Canarias.

Por cierto, el estudio de impacto ambiental se remitió incompleto al Ministerio de Medio Ambiente, lo que ha obligado a pedir información complementaria a Repsol. Una información de suma importancia para conocer el contenido exacto del proyecto y que, una vez que se facilite, debería ser publicado de nuevo para abrir un nuevo periodo de alegaciones.

¿Por qué asegura que en junio se iniciarán las prospecciones sin que se conozca el futuro del estudio de impacto ambiental? ¿Qué prisas hay para no volver a someter a exposición pública un expediente de un proyecto que puede suponer un antes y un después para nuestro modelo económico?

No se lo pido yo, señor ministro, se lo piden los 13 Ayuntamientos de las islas de Lanzarote y Fuerteventura –incluido un alcalde de su partido-, los dos Cabildos Insulares, el Gobierno y el Parlamento de Canarias, otras muchas instituciones de las Islas, un sinfín de organizaciones ecologistas y sociales, muchas asociaciones empresariales. Y se lo piden los miles de ciudadanos que se siguen manifestando y que, hace dos años, protagonizaron las concentraciones más importantes jamás celebradas en las dos islas.

Ustedes, pese a la evidencia, plantean dudas incluso sobre el apoyo que tiene en Canarias la oposición al petróleo y aseguran que la mayoría social está a favor de las tesis de su partido. Nosotros le ofrecemos una alternativa.

La respuesta que ofrecemos los nacionalistas canarios, la vía que pone el Parlamento y el Gobierno de Canarias, con el apoyo de la inmensa mayoría de las instituciones canarias, es que el Gobierno del Estado autorice una consulta al pueblo canario. Tiene amparo legal, estatutario y constitucional pero, hasta el día de hoy, a pesar de haberse hecho los trámites que establece la legislación española, sigue sin recibir una respuesta del Gobierno. Por eso, y por todos los motivos que le he expuesto, le exigimos un referéndum  sobre una cuestión que va a condicionar el futuro de Canarias.

Canarias ha vivido diferentes procesos migratorios provocados por la hambruna, la sequía, la crisis de la cochinilla o el fracaso de otros monocultivos.

El último éxodo se registró, curiosamente, coincidiendo con la crisis del petróleo del 73, que llevó a numerosos inmigrantes, generalmente jóvenes, a emigrar a Venezuela.

Nosotros no nos podemos permitir que pueda haber un nuevo proceso migratorio provocado por una crisis vinculada con el petróleo, pero en esta ocasión por un derrame causado por una multinacional porque, en estos momentos, a los canarios ya no nos queda Venezuela, ni podemos permitir que una tierra y un mar -que lo sentimos más que nadie- se contamine y se destruya.

Le pido, señor ministro, que deje que las energías fósiles descansen en paz y que el pueblo al que representa viva sin la amenaza de las plataformas petrolíferas.

Como decía el poema “La maleta”, de Pedro Lezcano, al que admiré y quise, son otros los que deben hacer la maleta para que no seamos los canarios los que tengamos que emigrar en el caso de que haya una crisis provocada por un desastre en nuestras costas. Son otros los que deben irse.

Los que venden la tierra que no es suya

que cojan la maleta.

Los que ponen la muerte en el futuro

que cojan la maleta.

Que cojan la maleta,

que cojan para siempre la maleta.

 

 

 

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