EL PRESIDENTE QUE SE OLVIDÓ DE SU PROPIO PAÍS
Hubo un día en el que millones de ciudadanos acudieron a las urnas con la convicción de que su voto serviría para poner freno a la sangría provocada por una recesión inesperada y mucho más virulenta de lo que anticipaban los analistas y aquellos que nos hicieron ver que este país había alcanzado su Edad de Oro gracias a un crecimiento sustentado en una burbuja que creíamos infinita.