La creación de empleo constituye hoy la prioridad máxima de los hombres y mujeres más comprometidos con el futuro del país. Se activan grandes planes y medidas de gasto  que en muchos casos tardarán en surtir efecto.

Entre las medidas de impulso no debemos olvidar algunas que, sin apenas coste, pueden insuflar nuevas energías a la economía canaria, facilitando el camino a nuestros emprendedores y a la inversión exterior que quiera instalarse en las Islas, no para engrosar el hormigón y el bloque, sino para poner en marcha proyectos industriales y de servicios que abran  caminos diferentes a los de la construcción y el turismo. Sectores muy importantes, pero que por sí solos no pueden sacarnos de este atolladero.

Una de esas medidas la ha impulsado de nuevo esta semana Coalición Canaria en el Congreso de los Diputados. Me refiero a una iniciativa tendente a hacer más atractiva la llamada Zona Especial Canaria (ZEC), para que se puedan insertar en ella muchas más empresas y empleos que los que se han establecido en sus ocho primeros años de vigencia.

Nos recuperaremos paso a paso. Con muchas grandes, medianas y pequeñas medidas. Los cambios en la ZEC pertenecen a ese grupo de medidas de mediano tamaño, a las que la gente le da relativa importancia, pero que pueden facilitar millares de empleos en el futuro si sabemos mejorar ese instrumento pronto y bien.

La Zona Especial Canaria  (ZEC)  constituye uno de los desarrollos  del Régimen Económico Fiscal de Canarias orientado a atraer inversión productiva a una región con especiales dificultades para la producción de muchos bienes y servicios, para la diversificación de su economía y para superar sus crónicos niveles de desempleo, siempre por encima de la media nacional en las última décadas. Y más especialmente ahora, en tiempos de crisis, cuando el desempleo canario supera el 26% y nos exige a todos mejorar los instrumentos vigentes y crear nuevos.

 La ZEC tiene más recorrido y más posibilidades y era necesario animar,  empujar y exigir al Gobierno de España una actitud más activa para que este instrumento sea auténticamente eficaz.

En síntesis, la ZEC ha permitido ahorros fiscales para un concreto numero de empresas  (583 proyectos autorizados en 2000 y 2008) que, sin embargo, por su pequeña dimensión, ni han logrado incidir significativamente en la estructura productiva de Canarias ni han creado muchos puestos de trabajo. Porque las limitaciones del instrumento impiden  que se acojan a él grandes empresas .

 Si para el primer periodo de vigencia de la ZEC (2001-2008)  el tope de ahorro fiscal (coste para las arcas del Estado) de esta ayuda al funcionamiento autorizado por la UE  era de 102 millones de euros, lo cierto es que no se ha consumido ni el 25%, lo que da idea de que el efecto incentivador de la ZEC  en la economía canaria ha sido escaso. Y de que existía más margen para diseñar el régimen de las empresas acogidas a este  régimen de forma más flexible y menos restrictiva en al menos cuatro apartados.

Por eso, Coalición Canaria ha trasladado al Congreso lo que es un acuerdo unánime de las fuerzas políticas de Canarias: la mejora de las condiciones de la ZEC, especialmente en cuatro puntos, que no exigen la renegociación con la UE. Estos cambios se refieren a:

 – Crear condiciones para que también las grandes empresas puedan instalarse en régimen ZEC, especialmente si son captadas en el exterior.

 –   Facilitar que las empresas extranjeras puedan establecerse mediante sucursales y no necesariamente mediante sociedades nuevas.

 –  Acabar con la discriminación que sufre el inversor nacional frente al extranjero, al no tener un régimen favorable que le evite la doble imposición.

–  Permitir que las sociedades ZEC de producción de bienes puedan establecerse en todo el territorio canario y no solo en las zonas acotadas para ello.

Son medidas factibles y de nulo costo, que pueden animar a la inversión y a la creación de empresas en Canarias. La moción será votada esta semana en el Congreso. Y espero que contribuya a dar un impulso más a las personas con capacidad emprendedora, para que encuentren las oportunidades de convertirlo en realidad.