El debate de investidura de Paulino Rivero y el nombramiento de su nuevo Gobierno de Canarias han sido esta semana las dos piedras angulares sobre las que se construirá la octava legislatura de la autonomía canaria. 

Un periodo que será tan difícil como el que se acaba de cerrar, porque va a exigir inteligencia y sacrificios de todos para volver a la senda de la prosperidad y el empleo: pericia demostrada y capacidad política para determinar lo que podemos y no podemos hacer en los próximos años en un escenario de ausencia de recursos públicos.

El programa de trabajo pactado por Paulino Rivero y José Miguel Pérez constituye una hoja de ruta razonable, esperanzadora e ilusionante a un tiempo. Canarias ha sido la primera comunidad en reaccionar positivamente ante la crisis económica y están produciéndose los primeros síntomas de recuperación en el ámbito que más nos preocupa a todos: el empleo.

No nos interesa entretenernos ahora en pequeñas diferencias y reproducir en Canarias el clima de crispación y de descalificación permanente con el que el PP está empeñado en enturbiar aún más la vida española, generando más incertidumbre y desconfianza en los mercados exteriores con tal de que ello contribuya a su ascenso electoral. Nos interesa hallar puntos de encuentro lo más amplios y fuertes posibles con las fuerzas sociales y económicas canarias, que han reaccionado con optimismo y apoyo al programa expuesto por el presidente Paulino Rivero en el Parlamento.

El nuevo Gobierno es una buena combinación de experiencia y de renovación; y lo creo dispuesto a dar nuevos impulsos y enfoques a la gran tarea de regeneración del tejido productivo canario que nos espera en los próximos años.

Entre todos ellos, en estas breves líneas me interesa destacar el nombramiento de Javier González Ortiz como consejero de Economía y Hacienda. Y no solo porque es el reconocimiento a un trabajo indesmayable y constante, alejado de las cámaras y de los protagonismos, tanto en el Gobierno de Canarias y en Coalición Canaria. Sino, sobre todo, porque acumula tanta experiencia y buen criterio como para ser el hombre que lidere la reforma pendiente del Régimen Económico Fiscal de Canarias (REF), una de las tareas esenciales de esta legislatura, de la que dependerá en buena medida el dinamismo económico de Canarias de la próxima década.

Este nuevo Gobierno es céntrico, central y centrado en Canarias. Reúne a hombres y mujeres preparados para, desde el centro del escenario, catalizar las mejores sinergias políticas, sociales y económicas de Canarias. Solo así, y no desde el enfrentamiento permanente, dará los mejores frutos.

 

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