El debate sobre el Estado de la Nación fue, de alguna forma, la despedida de Rodríguez Zapatero como presidente del Gobierno. Y la oportunidad para que CC pusiera a Canarias en el centro de la política española, tanto en el turno de intervenciones como en las propuestas de resolución.

Recordamos los compromisos de la Administración central con Canarias, concretados en el acuerdo suscrito por el PSOE y CC: el auténtico eje de las políticas diferenciadas que permiten reimpulsar nuestra economía. Confirmamos que se avanza en ellas y citamos algunas: la dotación de fondos especiales para políticas activas de empleo, los convenios conjuntos para la rehabilitación y la promoción turísticas, la rebaja y congelación de las tasas aéreas, los nuevos fondos para la reindustrialización, la ampliación de la ficha financiera del POSEI para la agricultura, la configuración del Campus de Excelencia de las universidades canarias, la mejora de las dotaciones del Instituto Astrofísico o el definitivo respaldo a la central hidroeólica de El Hierro.

Toda esa relación de iniciativas han permitido que el gasto estatal en Canarias no se haya visto reducido en este ejercicio como en el resto del país.

Y recordamos también la urgente necesidad de avanzar en asuntos pendientes como la firma de los convenios para la financiación de los trenes canarios y la rehabilitación integral de Las Chumberas. O el avance en la extensión de la Quinta Libertad en los aeropuertos canarios, para conseguir muchas más conexiones con América y Africa. Y muchos más temas.

En el turno de defensa de las propuestas de resolución, Fernando Rios, nuevo diputado por CC, logró la aprobación de cuatro, que reiteran sobre todo la necesidad de reformas progresivas del Régimen Economico Fiscal de Canarias (REF), así como la aprobación del nuevo Estatuto de Autonomía [esta última con el incomprensible voto en contra del PP, que lo había apoyado en su anterior pase por la Cámara].

En síntesis, durante el debate se reconocieron los avances producidos en la relación Canarias-Estado, que no son fruto de la casualidad ni de la improvisación; y se recordaron las tareas pendientes, como bien puede comprobarse en Internet, yendo a las fuentes originales.

Sin embargo, lo más aireado de la participación de CC (y contestado por algunos) fueron mis palabras de despedida al presidente Zapatero. Ni le hemos ahorrado críticas en los dos últimos años ni ahora, por la ineficacia de sus políticas económicas en España.

Desearle suerte futura en lo personal y en lo familiar quiso ser un gesto de cortesía con alguien que se va, machacado y vilipendiado hasta la saciedad, como lo fueron otros presidentes en sus meses finales. Los políticos somos personas . Si todo es gresca y recriminaciones nunca sería posible avanzar hacia esos acuerdos de mínimos que tanta gente demanda en estos momentos difíciles. La discrepancia política, por fuerte que sea, no debe nunca bloquear el buen trato personal. Porque, de lo contrario, se daña gratuitamente a las personas, pierde también la política: perdemos todos.

VER EN IMAGEN EL DEBATE ENTRE ORAMAS Y ZAPATERO EN LA SECCIÓN VÍDEO

 

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