Lo que hace apenas cuatro meses nos negaron en el debate de los Presupuestos en el Congreso empieza ahora a reconocerse como evidente y necesario para Canarias.
Cuando nos asisten razones poderosas, insistir e insistir acaba dando sus frutos. Desde Coalición Canaria hemos insistido por activa y por pasiva en la necesidad de que el Estado articule medidas especiales para el Archipiélago porque muchas de las aprobadas tienen eficacia en la Península pero no aquí. Y hemos recordado que no se puede tratar igual a los desiguales. No se debe ni puede dinamizar igual la creación de empleo allá donde hay un 14% de paro que allá donde alcanza el 22%.
En octubre y noviembre todavía se pensaba en los despachos oficiales madrileños que la crisis era muy temporal, de origen y remedio extranjero y que con el “buen talante” y las invitaciones al optimismo se recuperaría en el corto plazo la confianza y el empleo. Craso error.
La crisis se ha agudizado y ya sabemos que durante todo este año va a continuar la pérdida de empleo, que es una cara más triste e inaceptable, a la que hemos de hacer frente con hechos y medidas y no sólo buenas palabras.
A concretar esos hechos se dirigió la interpelación que planteé esta semana al vicepresidente Pedro Solbes, que la acogió con más comprensión que antaño. Y a precisarlos más todavía se apunta en la moción sobre las medidas anticrisis en Canarias que será debatida y votada el próximo martes en el Congreso. Son medidas importantes que han desgranado los medios en los últimos días.
Son tan esenciales, que espero la colaboración de todos los diputados canarios a la hora de sacarlas adelante. Hemos de dejar los partidismos y los sectarismos aparcados para concentrarnos en aquellas acciones que impidan la escalada del paro en Canarias.
Se saben cuáles son y es cuestión de activar al máximo la voluntad política para ello. Porque no puede ser que los grandes fondos activados para los sectores industriales y tecnológicos que no existen en Canarias no se concedan aquí para nuestra principal industria, el turismo, que apenas ha recibido las migajas de las medidas anticrisis, agotadas ya en las cuatro primeras semanas de su vigencia. Canarias debe ser una en esa reivindicación.
Porque es más aguda su situación de desempleo y porque el turismo ha quedado descolgado en las medidas anticrisis del Gobierno, como todo el mundo sabe y reconoce.
¿Será consecuente entonces el Gobierno Zapatero con el diagnóstico que ha asumido sobre la realidad canaria? El martes veremos hasta que punto ese reconocimiento de los hechos analizados se traduce en determinación de las acciones a realizar.
Son medidas urgentes en materia de promoción turística, rehabilitación de los espacios públicos turísticos y regeneración de la planta alojativa obsoleta, donde se han de absorber además a mucho empleados de la construcción en paro.
Y además, hay que iniciar los trabajos para poner al día lo que constituye el más viejo fuero de los canarios, el Régimen Económico Fiscal (REF): el que -por decirlo llanamente- regula que las cosas puedan funcionar como en cualquier país desarrollado. Queremos un REF del siglo XXI, que permita a las Islas navegar más y mejor en un mundo globalizado: más competitivo, más cambiante, más interdependiente.
El REF es la gran palanca para que Canarias no se hunda. Pero su cambio no tiene la inmediatez de un simple decreto, ni sus efectos son rápidos. Por eso necesitamos unas medidas urgentes. Ya.
Leave a reply