Pasados estos días de necesaria reflexión sobre los resultados de las elecciones, en los que tanto se ha dicho y escrito sobre el papel que va a jugar Coalición Canaria en el Congreso de los Diputados, quiero recordar por qué me presenté a estos comicios.

Quienes me conocen saben que nunca abandono mis obligaciones, que me crezco aún ante las circunstancias menos favorables -como ocurrió durante años hasta que alcanzamos la mayoría absoluta en La Laguna-, y que los retos, cualquiera que sea su tamaño, no me asustan. Muy al contrario, sin retos, sin objetivos, se acabaría uno de los más importantes alicientes que tiene para mí la política, que no es otra cosa que el servicio al ciudadano, el vehículo para mejorar su vida, sus expectativas, sus esperanzas.

Mi compromiso con Canarias, con todos los canarios, sigue siendo el de defender en Madrid todas aquellas cosas importantes que nos jugamos en esta Legislatura que empieza. Coalición Canaria sigue contando con voz propia: la mía y la de José Luis Perestelo, ambas avaladas por el respaldo del pueblo canario.

Esa voz, a pesar de las críticas, de las piedras puestas en el camino por quienes no han respetado nunca nuestras singularidades, se va a seguir oyendo, alta y clara, sea cual sea nuestra situación final.

La experiencia como diputada me dice que no por hablar más tiempo se tienen más argumentos. Los míos, los de Coalición Canaria, están tan claros que nos bastan apenas unos minutos para hacer que el próximo presidente del Gobierno hable de Canarias, que los diputados oigan, sepan de Canarias; en suma, para que en el Congreso se hable de Canarias y se entienda a Canarias.

Nos queda por delante mucho trabajo. Durante esta Legislatura se han de cumplir compromisos ineludibles como el de aprobar el Estatuto de Autonomía, que es mucho más que una Ley, porque contiene cosas tan importantes para nosotros como la gestión de puertos y aeropuertos, del transporte aéreo interinsular, la definición de nuestras aguas para que dejen de ser internacionales, el respeto a nuestro Régimen Económico Fiscal, que permitirá que el desarrollo económico de esta tierra se equipare al del resto de las comunidades del Estado. El Estatuto canario debe aprobarse porque a este pueblo no le basta una simple declaración de buenas intenciones.

Nos jugamos, también, una financiación justa para nuestra sanidad y nuestra educación, pilares básicos del desarrollo social que van a permitir que Canarias siga creciendo, que no se retroceda ni un ápice en los logros alcanzados desde que Coalición Canaria tiene voz propia en Madrid. Necesitamos que se doten de financiación leyes fundamentales, como la Ley de Dependencia, para la que, sin embargo, se están destinando escasos recursos.

En suma, son muchos los asuntos que se deben resolver para que los canarios, cualquiera que sea su isla de procedencia, tengan una calidad de vida, unas expectativas de futuro iguales a las del resto de ciudadanos del Estado.

Mi compromiso es, por tanto, con los ciudadanos de Canarias. No sólo con aquellos que me dieron su voto y con él su confianza, sino con todos los que viven en el Archipiélago. Con aquellos que necesitan confiar en que su voz va a ser llevada hasta el lugar donde se toman importantes decisiones que les afectan. Con los que tienen expectativas de mejorar sin tener que abandonar el lugar donde viven. Con los que piensan que Canarias necesita un tratamiento diferenciado dentro de la Unión Europea y del propio Estado español. Con los que viven de la agricultura y esperan poder seguir haciéndolo. Con aquellos cuya economía apenas se sostiene. Con los empresarios que crean empleo para nuestra gente. Con los jóvenes que dibujan un futuro mejor que el de sus padres y sus abuelos, pero también con esos padres y esos abuelos que trabajaron duro para que esta tierra sea hoy la que es.

Mi compromiso es con ellos, con ustedes. Es un compromiso que nace de la convicción de que los canarios tenemos aún mucho que decir en el Gobierno del Estado, de que vamos a estar presentes en la toma de decisiones con la responsabilidad que hasta hoy nos ha caracterizado. Ustedes han hablado con su voto y ahora nosotros, los diputados de Coalición Canaria, hablaremos para que su voz se escuche, otros cuatro años, en el Congreso de los Diputados.