Esta semana ha tenido lugar la que sin duda es la cita más importante de la legislatura: el Debate de Investidura en el que se ha elegido como presidente del Gobierno a José Luis Rodríguez Zapatero. Pero, frente a este hecho, los canarios hemos de tener en cuenta un hito igual de relevante, y es que, durante una hora, Canarias fue el centro del debate parlamentario en el hemiciclo. Y se habló de Canarias, se expresó el sentir de los canarios, sus aspiraciones y legítimas demandas, porque allí estábamos José Luis Perestelo y yo, que, como portavoz de Coalición Canaria, trasladé al entonces candidato todos los compromisos que aún quedan por cumplir con las Islas y los nuevos retos a los que nos enfrentamos en el inicio de una etapa que va a ser crucial para nosotros.

Los temas de Canarias han de ser abordados como asuntos de Estado y resueltos durante toda la legislatura que ahora comienza y Coalición Canaria tiene la voluntad firme e inequívoca de tender puentes y trabajar en común en una nueva etapa de relaciones que pretendemos que esté marcada por el consenso.

Y en esa misma línea se desarrolló la respuesta del señor Zapatero a nuestro discurso, que le planteaba, por encima de cualquier estéril confrontación partidista y de personalismos y egos mal encauzados, la recuperación de un diálogo fluido y continuo entre el Estado y Canarias, entre el presidente del Gobierno español y el presidente del Gobierno de Canarias.

Zapatero respondió. Y respondió a Coalición Canaria, porque ninguna otra fuerza política ha llevado a la tribuna del Congreso los asuntos que importan a esta tierra, a pesar de que, hace ya cuatro años, en el Debate de Investidura de 2004, él mismo reconoció que Canarias es un territorio «especialmente sensible».

En su primer discurso, de manera tangencial, el presidente se refirió al refuerzo del Frontex y a la necesidad de colaborar con la Unión Europea en las políticas dirigidas a África, pero no profundizó en qué medidas concretas se tomarán para ello. Habló del afianzamiento del Estatuto de Región Ultraperiférica de las Islas, en el que, por cierto, se está trabajando de manera especialmente intensa desde el Gobierno de Canarias y que está reconocido en la Constitución Europea, pero nosotros le exigimos que esa especial condición de ultraperificidad quede recogida y contemplada en cada una de las Leyes y políticas que emanen del Estado.

Excepto en esos dos momentos puntuales, el nombre de las Islas no volvió a sonar en boca del candidato. Pero los diputados de Coalición Canaria íbamos resueltos, como ha sido nuestro trabajo en estos quince años, a que en el Congreso se conocieran, una vez más, cada una de las necesidades de las Islas. Porque los nuevos canarios, aun habiendo crecido como pueblo a fuerza de luchar sin descanso, nos seguimos enfrentando a los viejos problemas. Y así se lo hicimos saber al ahora presidente, garantizándole nuestra disposición al diálogo y, en coherencia con la que siempre ha sido la posición política de los nacionalistas canarios en la escena estatal, adelantándole nuestra voluntad de colaboración para facilitar la gobernabilidad y una correcta gestión de los asuntos de Estado.

De este modo, expusimos nuestra necesidad, por nuestra especial ubicación geográfica, de soluciones legislativas y económicas sensiblemente diferentes a las del resto de España.

Le hicimos saber al señor Zapatero que, en este orden de cosas, es fundamental, en primer lugar, que se retomen las negociaciones y el consenso para que los canarios tengamos un Estatuto de Autonomía que resuelva cuestiones objetivamente esenciales como el reconocimiento de las aguas archipielágicas -incomprensiblemente internacionales- la mejora de los derechos de los ciudadanos, el respeto a nuestro Régimen Económico y Fiscal, la asunción de nuevas competencias o la inaplazable oportunidad de contar con una financiación autonómica acorde a nuestra población.

Le hablamos, una vez más, porque nunca nos agotaremos de denunciarlo, de la tragedia diaria, del terrible y desgarrador drama humano que supone la inmigración irregular, que se va a agravar con la carestía de los alimentos básicos y la sequía en países del África cercana, como Senegal y Mauritania.

Le expresamos, de nuevo, que las 12.500 almas que llegaron en 2007, más las incalculables que se quedaron por el camino, no son únicamente un problema de Canarias; que los jóvenes que han alcanzado nuestras costas y los que han muerto intentándolo en las últimas horas, son un problema de todos que se convierte en un asunto de nadie. Lo mismo que los menores inmigrantes no acompañados que desbordan los centros de acogida en las Islas, que desbordan nuestra capacidad de atención.

Le dijimos que ya no valen más palabras, sino más hechos. Y que no se puede esgrimir como un triunfo que haya mil muertos en las aguas en lugar de cuatro mil. La tragedia, por ello, no se reduce, no se aminora el dolor ni se diluye la desgracia. Sabemos que puede hacer más y mejor.

Durante nuestro discurso expresamos que no se puede seguir permitiendo que, en Canarias, en días como hoy, nos estemos preguntando qué va a suceder con el tomate, acosado por las plagas y la competencia marroquí, y también con el plátano, del que viven más de ochenta mil familias en las Islas. Porque los canarios tenemos que contar con el apoyo del Gobierno del Estado para poner nuestras exportaciones agrarias en la Península a coste cero. Para asegurar, en suma, la pervivencia de un sector clave en la subsistencia y el paisaje de las Islas.

Necesitamos un compromiso firme de que se van a cumplir los acuerdos aprobados en materia de subvenciones al transporte de mercancías y de que se va a apoyar una reconversión del sector turístico que reactive el pilar más fuerte de nuestra economía.

Y queremos, en política exterior, que el Gobierno de España actúe ante el gobierno de Venezuela para garantizar la seguridad jurídica, económica, física y asistencial de los miles de canarios que viven en la Octava Isla y que están pasando por una situación verdaderamente delicada.

Esos y otros asuntos fueron escuchados por todos los parlamentarios que conocen la implicación, la lealtad y el sentido de Estado del grupo canario, de Coalición Canaria, que se ha demostrado a lo largo de estos tres lustros cuando hay que hacerlo: en los debates importantes y los apoyos a la lucha contra el terrorismo, a la política exterior, a las leyes e iniciativas de avance social?

El presidente no ahondó de la manera deseada en los temas planteados, pero sí reiteró su disposición de aceptar esa colaboración e iniciar un nuevo camino hacia el consenso y el entendimiento en cada uno de los asuntos.

Por nuestra parte, quisimos recordarle que los políticos, los representantes del pueblo, tenemos el deber y también la responsabilidad de discutir nuestras ideas con rigor, de enseñar que se puede discrepar sin descalificar, que las diferencias no se superan desde la ira, que se puede hablar y ser escuchado, y escuchar a quien nos habla.

Coalición Canaria, representada por José Luis Perestelo y por mí, decidió, por tanto, abstenerse en el Debate de Investidura en el que José Luis Rodríguez Zapatero ha sido elegido presidente del Gobierno con mayoría simple. Nuestra abstención, en este caso, como le hicimos saber al presidente electo en nuestra réplica a su discurso, debe entenderse como un gesto positivo, puesto que no es más que la expresión de que entendemos que los temas de Canarias no son asuntos de un día, ni que se puedan resolver en una sola sesión parlamentaria.

Lo más importante, lo verdaderamente relevante de este inicio de Legislatura es que se pueda recuperar el diálogo, y que, en el seno de ese diálogo, el presidente tenga a Canarias como una prioridad. Si Canarias está en la agenda del señor Zapatero, si se tienen en cuenta las legítimas aspiraciones de los ciudadanos a los que representamos, también con el consenso y el apoyo de los diputados canarios de otras formaciones políticas, seguiremos avanzando por el camino del entendimiento.

Coalición Canaria tiene las puertas abiertas al diálogo, la mano tendida y la convicción de que, a través de ese nuevo camino que se inicia en esta legislatura, seremos capaces de conseguir, como ha venido sucediendo hasta ahora, trazar un mejor futuro para los canarios.

 

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