Artículo publicado en El Siglo sobre las fortalezas de la economía
Muchas son las fortalezas que acumula nuestro país, pero pocos son los incentivos que articula el Gobierno del Estado para garantizar el futuro de cada una de ellas. Lejos de ofrecer estímulos para superar la encrucijada en la que nos encontramos desde 2008, las recetas que aplica el Ejecutivo para atender a un país que se desmorona sólo incluye sacrificios y ninguna vía para retomar la senda del crecimiento, que el Fondo Monetario Internacional vaticina que no se producirá hasta 2017.
Desde la óptica de la Comunidad Autónoma de Canarias, las fortalezas que podría aportar nuestro territorio para contribuir a que haya un punto de inflexión en la evolución de los indicadores económicos son la reconversión de las zonas turísticas y su cualificación como destinos de calidad y el ansiado impulso de nuestro territorio como plataforma comercial y de desarrollo a la cooperación desde la Unión Europea hacia África y América, además de la consolidación de nuestro papel en I+D+i en sectores en los que somos punteros como la investigación astrofísica, desarrollo tecnológico, energías renovables, etcétera.
Doce millones de turistas visitaron Canarias en 2011 en un año en el que, pese al recrudecimiento de la crisis, se registraron unas cifras históricas en las Islas. Canarias es uno de los destinos turísticos mundiales más consolidados, pero su futuro pasa necesariamente por la rehabilitación de los espacios públicos y la planta alojativa obsoleta y la cualificación, junto al sector privado, de una oferta turística competitiva.
Sin embargo, todos aquellos proyectos que comenzaron a fraguarse en 2010 a través del Plan de Infraestructuras Turísticas y la línea de crédito para la reconversión de la planta alojativa han sido suprimidos por el Gobierno del Estado en 2012 y 2013, generando con ello más desasosiego e inquietud en un sector que es clave para el desarrollo económico y la generación de empleo tanto en Canarias como en España.
Canarias reclama para el sector turístico la misma reconversión que en su momento se acometió para la industria en la década de los ochenta. En caso contrario, dejaríamos en manos del azar todo el esfuerzo realizado durante décadas para erigir una estructura turística que devolvió la esperanza a un territorio que históricamente ha dependido de monocultivos coyunturales.
Junto a la reconversión turística, la Unión Europea siempre ha subrayado la importancia que podría tener Canarias como plataforma para fomentar el comercio con los países de nuestro entorno geográfico y con América. Una aspiración que nunca se ha plasmado pese a contar con las infraestructuras portuarias y aeroportuarias necesarias para que las Islas se conviertan en el nodo de comunicaciones y comercio con ambos continentes.
Y el tercer eje fundamental que, a mi juicio, se debe impulsar es la I+D+i que, en el caso de nuestro territorio, pasa por el impulso de proyectos punteros a escala mundial como son la investigación astrofísica, energías renovables, sostenibilidad e infraestructuras hidráulicas que, en este último caso, podría servir para erigir a Canarias como laboratorio para su exportación a los países africanos.
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