El presidente Zapatero ha convocado las elecciones para el 20 de noviembre. Ha sido su única decisión aplaudida social y políticamente por unanimidad en mucho tiempo, aunque está por ver cual será la reacción profunda de los llamados ´mercados´, no ya en estos días inmediatos como en el próximo trimestre.

Ha sido una decisión lógica, porque la legislatura ha terminado. Mantener el impase en el que vivimos no satisfacía a nadie. Y Zapatero ha elegido un camino intermedio: convoca elecciones, pero no inmediatemente. De esta forma, acalla el único argumento usado hasta ahora por el PP (elecciones, elecciones, elecciones.. como única fórmula mágica para salir de la crisis) y se evita el dificil papel de tener que elaborar los Presupuestos de 2012, de nuevo muy restrictivos, con alto coste electoral de haber celebrado las elecciones en marzo.

La estrategia inicial del PSOE de aguantar hasta el final de la legislatura ha sido desbordada por los acontecimientos. No es ya solo su creciente soledad política y social. Los déficits ocultos que afloran en algunas comunidades autónomas poco escrupulosas con la contabilidad pública y en algunas cajas de ahorros no auguran sino mayores apretones del cinturón del gasto público en el año 2012 y siguientes. Y ya solo un Gobierno nacido de una nueva legitimidad electoral va a poder llevar a cabo las nuevas reformas.

En los tres últimos años en el Congreso, Coalición Canaria ha cumplido un papel tan difícil como determinante en momentos decisivos.
Hemos combinado responsabilidad y exigencia a partes iguales. Responsables con España, exigentes para Canarias.

Responsabilidad para sostener la estabilidad del país en unas horas críticas en las que estaba abocado a correr la misma suerte que Grecia entonces (una nación que está y estará en la UVI por mucho tiempo) si los ajustes no se llevaban inmediatamente a cabo. La experiencia portuguesa demostró que el camino alternativo, la convocatoria de unas elecciones ganadas por los conservadores, no evitó la debacle que supone un mal llamado ´rescate´: un país se queda sin dinero y sin poder y soberanía para decidir su futuro; porque la agenda se la marcan los que teóricamente le ayudan, los países europeos y el FMI que le prestan los fondos para no quebrar.

Responsabilidad, pero tambien exigencia. En la situación crítica de las cuentas españolas, CC no permitió que los presupuestos estatales recortaran su gasto en Canarias como en otras autonomías. Porque no cabía tratar igual a los desiguales, dada la mayor crisis de empleo en Canarias.

Responsables con España, exigentes para Canarias. No cabía otra. No nos sumamos a esa riña perruna de continuos ladridos que nada aportan, excepto circo u espectáculo mediático. Y tampoco permitirmos que a Canarias se le midiera por el mismo rasero que a las comunidades con las ventajas continentales.

Con la misma doble actitud venimos trabajando en un programa electoral que haga posible un cambio para España. Cambio que no significa necesariamente un cambio de partidos, como de cromos o de sillas. Hoy, Cambio en España es Trabajo en España. También, y sobre todo, en la España ultraperiférica.

 

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