El respaldo casi unánime del Congreso de los Diputados a la norma que posibilitará el ajuste de los sueldos de los controladores aéreos a cifras más razonables viene a ser un precedente y una parábola de los sacrificios que le esperan a todo el país para volver a la normalidad, para salir de la crisis.

Una recesión que sufren en mayor medida los dos millones de nuevos parados (fueran por cuenta ajena o empresarios autónomos), así como sus familias. Que tiene que soportar en segundo lugar las pymes, agobiadas por tener que despedir a trabajadores de toda la vida y por sus mayores dificultades para acceder al crédito necesario para sobrevivir. Y que también ha alcanzado de lleno a las administraciones, que ven reducir sus ingresos y aumentar las demandas de ayuda social.

Desde hace tiempo, Coalición Canaria  viene demandando un gran pacto económico entre todos los partidos españoles. Y es curioso que también lo reclamen las fuerzas nacionalistas más importantes, mientras el PSOE y el PP no se han movido un metro para lograrlo. El primero porque teme  perder las elecciones. Y el segundo porque quiere ganarlas. Los socialistas, porque no quieren desairar a los sindicatos (base esencial para izquierda) con sacrificios y ajustes impopulares. Y los conservadores, porque si no apoyan esas medidas la situación se deteriora sin coste para ellos, allanándose su camino hacia la Moncloa.

Los dos grandes partidos demuestran así una falta de responsabilidad evidente. Paradojas de la vida, las principales fuerzas nacionalistas demuestran hoy más sentido de Estado que Zapatero y Rajoy.

El caso de los controladores ilustra bien de la necesidad de acuerdos amplios que permitan repartir los sacrificios necesarios para salir de este enorme bache. Los ajustes que no se hicieron hace un año hemos de afrontarlos ahora duplicados. Y si seguimos retrasando decisiones y mareando la perdiz, se cuadriplicarán en el próximo ejercicio. Es bien cierto que no somos la casi insostenible Grecia, pero caminamos en la misma dirección si no se toman medidas. Y si las instituciones, los partidos y los agentes sociales no se adelantan, será la propia realidad la que ajuste las cosas a lo largo de los próximos años. Como lo viene haciendo hasta ahora, con un mayor coste para los ya más desfavorecidos.

José Luis Perestelo defendió el jueves en el Congreso la posición que mantiene Coalición Canaria en un tema tan sensible para los  todos los isleños como es el transporte aéreo. Y lo hizo magníficamente. El debate puso en evidencia el sobrecoste de los aeropuertos españoles, no ya solo respecto a los países emergentes y serios competidores de nuestra oferta turística. También evidenció (con las cifras del propio Ministerio) que son operativamente más caros que la media de los países europeos. De aplicarse en España las tasas medias europeas, compañías y/o consumidores se ahorrarían más de 120 millones de euros al año. Y los turistas llegarían con más facilidad.

Coalición Canaria ha sido una auténtica punta de lanza para abrir camino  a la racionalidad en el transporte aéreo. Aportamos propuestas que luego son extendidas a toda España. Espero que eso siga siendo así y que ese gran pacto anticrisis que desea la ciudadanía se abra finalmente paso.