Durante meses insistimos en el Congreso sobre la necesidad de que las medidas anticrisis se intensifiquen en las regiones que, como Canarias, más sufren el azote del desempleo, porque su actividad económica se centraba sobre todo en la construcción, sector donde más agudo es el declive.
Hemos insistido por activa y por pasiva, tanto en el debate sobre los Presupuestos Generales como en los mantenidos sobre los decretos anticrisis. En ellos también impulsamos ese Fondo de Inversión Municipal que va a salvar la decaída actividad de los ayuntamientos durante 2009.
Pero las medidas especiales que reclamamos para Canarias no acaban de cuajar y volveremos a la carga con él en los próximos días. Plantearemos al Gobierno del Estado un paquete de medidas combinadas que apuntalen e impulsen a los dos sectores que mantienen más de la mitad de los puestos de trabajo canarios: el turismo y la construcción.
Ambos han crecido de la mano en las tres últimas décadas. Y con la fabricación residencial paralizada, ambos se necesitan más que nunca para dar estabilidad a las cientos de miles de familias que en Canarias dependen directa o indirectamente de ellos.
La construcción ha de cualificar al turismo. Y el conjunto de la hostelería ha de dar empleo a la construcción. En las sinergias de ambos sectores tenemos la principal y más inmediata respuesta a la crisis, más allá de otras medidas a medio y largo plazo. Y siempre que el crédito se restablezca a precios justos y acordes con la bajada del euribor, la mejor noticia de esta semana.
No debemos olvidar, y recordaremos una y otra vez al Estado, que en los paquetes de medidas anticrisis aprobados con destino a sectores como el automovilístico y el tecnológico no hay grandes oportunidades para las dos regiones con más paro, Andalucía y Canarias. Ambas comunidades disponen de una oferta turística potente, menos tocada hasta ahora por la crisis, pero con malísimas perspectivas para el resto del año. El ajuste de las economías domésticas va a recortar las vacaciones fuera o a eliminarlas.
Hemos de luchar contra esas amenazas con dos armas principales. Desde octubre venimos reclamando al presidente Zapatero la ampliación de los escuetos fondos para las obras de rehabilitación turística y la dotación de una línea específica para Canarias. Tan escuálidos son esos recursos, que se agotaron en un solo mes de este año. Y ni siquiera suponen un gasto para el Estado, porque son préstamos más baratos del Instituto de Crédito Oficial (ICO) que canalizan a través de la banca.
Después de los multimillonarios paquetes de avales puestos a disposición de la Banca, los 400 millones de euros para la rehabilitación turística de hoteles y establecimientos de ocio y hostelería se han consumido en apenas semanas. Y todavía no sabemos cómo se han repartido territorialmente. Eso demuestra que hay proyectos y ganas de hacer nuevas cosas en el sector. Y está en la mano del Gobierno estatal abrir más el grifo crediticio.
Y lo que es importante también: abrirlo con fondos para que ayuntamientos y cabildos puedan realizar nuevas obras que cualifiquen las zonas turísticas. Para que estén mejor preparadas ante la dura competencia, el “frío verano” que viene.
La segunda gran medida tiene que ver con la promoción turística. Sin mayores fondos estatales de promoción exterior, segmentados por destinos, nuestra capacidad alojativa va a quedar ociosa el verano e invierno próximos. En ese campo, la innovación y la tecnología deben permitirnos llegar al último rincón de Europa con nuestros mensajes promocionales.
En ambas líneas se debe actuar fuerte y urgentemente si queremos detener la sangría de puestos de trabajo que cada mes nos conmociona. Coalición Canaria trabajará lealmente en todo lo que facilite los caminos apuntados. Reponemos una y otra vez la “cuestión canaria” en la agenda pública española, esta semana muy pendiente de Galicia y País Vasco. Necesita contemplar más y mejor el Sur, donde los problemas son casi dobles y la atención no es ni siquiera la mitad de su gran magnitud.
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