Es lamentable que a estas alturas de la legislatura, ya en su recta final, y cuando ETA se encuentra prácticamente derrotada, se reabra lo que después de la firma del Pacto Antiterrorista creíamos superado: la utilización del terrorismo como arma partidista.

Sólo la cercanía de las elecciones explica que volvamos a tener en las primeras páginas de los periódicos, abriendo los telediarios y protagonizando los debates en el Parlamento, la bronca por la política antiterrorista. Un gran error que sólo beneficia, precisamente, a los etarras.

Coalición Canaria siempre ha apoyado al Gobierno de turno. Lo hemos hecho con Felipe González, con José María Aznar y, ahora, con Rodríguez Zapatero. Siempre nos hemos opuesto al uso de la acción antiterrorista en el debate político y parlamentario como arma arrojadiza porque consideramos que la unidad de todas las fuerzas políticas es el primer paso para la derrota final de los violentos.

Ahora que se esgrimen actas escritas por los terroristas, cuando parece que hay que elegir entre la palabra de éstos y la del Gobierno, nosotros nos mantenemos donde siempre hemos estado. No damos credibilidad a los etarras, ni ahora ni cuando gobernaba el PP.

Por esto, estamos junto al resto de fuerzas políticas al negarnos a apoyar cualquier iniciativa del PP de forzar una comparecencia del Gobierno que sólo serviría para aumentar la bronca con un tema tan sensible. Lo más triste es que quienes deben estar tan contentos con todo lo que se está diciendo estos días son precisamente los etarras, a los que se está dando aire cuando se encuentran en su peor situación.