Pese a que en el escaso recorrido de los Presupuestos, el Gobierno ha dejado patente que no está dispuesto a dar un paso atrás, los diputados de Coalición Canaria y Nueva Canarias hemos presentado esta semana más de sesenta enmiendas en las que reclamamos más de 762 millones de euros y la aplicación de una política que favorezca la conectividad aérea con Canarias y el fortalecimiento del sector turístico.

Unas enmiendas con las que trataremos de convencer al Gobierno que los severos ajustes que ha aplicado en las Islas sólo contribuirán a que Canarias sea un territorio más pobre y que muchas personas se vean forzadas a inscribirse en la sangrante lista de desempleados.

Los Presupuestos que ha diseñado Rajoy para Canarias se alejan mucho de las recetas que necesitamos para dar respuesta a los problemas que se acumulan desde el inicio de la recesión económica que vivimos desde hace casi cinco años. Las cuentas han sido elaboradas con el mismo criterio que el resto de las Comunidades Autónomas y, en el Palacio de la Moncloa, han optado por mutilar los derechos que nos corresponden como territorio insular y alejado del continente.

El Gobierno ha decidido castigar a la Comunidad más afectada por la crisis, con una tasa de paro del 31%, con un plan de inversiones que nos aleja aún más de la media del Estado y nos sitúa al borde de un abismo cuyas consecuencias son impredecibles en un escenario irrespirable en el que muchas personas carecen de la más mínima esperanza de reingresar en el mercado laboral.

Las previsiones señalan que si el Gobierno no corrige los presupuestos más de 5.000 empleos directos e indirectos se verán afectados en Canarias por el hachazo en los convenios de infraestructuras. Y todo por la arbitraria decisión del Ejecutivo de aplicar en las Islas un recorte que supera en 18 puntos la media estatal.

Las cifras cantan. Si en 2011, la diferencia entre lo que percibía Canarias y la media del Estado era de 58 euros por habitante, en 2012 se amplía hasta 92 euros menos. Canarias recibe 134 euros por habitante frente a los 265 euros de media y los 600 euros de Castilla-León o Galicia.

Ello nos ha obligado a presentar esta semana una batería de enmiendas con las que pretendemos rescatar la inversión pública, los planes de empleo, garantizar la supervivencia del sector primario y fortalecer la conectividad aérea con las Islas para inyectar oxígeno al turismo.

Exigimos que se mantenga el Plan Integral de Empleo en materia de educativa que, en los últimos años, ha sido un salvavidas para muchas personas sin empleo y ha permitido la construcción de nuevos centros escolares y la rehabilitación de otros.

Proponemos que Canarias, como región ultraperiférica, perciba el fondo de compensación que nos corresponde y que la Zona Especial Canaria sea dotada de los medios económicos que precisa para favorecer la actividad económica que reclama a gritos un sistema que se ahoga ante la ausencia de incentivos.

La rehabilitación y adquisición de viviendas precisa de una partida adicional de dos millones de euros para hacer frente a las obligaciones contraídas, mientras que la remodelación de Las Chumberas necesita de una nueva aportación cercana a los cuatro millones de euros para ejecutar un proyecto de marcado carácter social.

Más de 23 millones de euros es el montante que demandamos para que los productores canarios puedan competir en igualdad de condiciones y cuenten con las bonificaciones que conquistamos para el transporte marítimo y aéreo de las mercancías entre Canarias y la Península o viceversa y entre las Islas.

En otra de las enmiendas que hemos presentado, pedimos que las cuentas estatales garanticen el abono del 50% de la bonificación que corresponde a los residentes canarios. Pese a la promesa realizada por el Gobierno de que respetará este porcentaje, nos preocupa que el fuerte recorte que ha aplicado en esta partida pueda condicionar este derecho a medida que avance el actual ejercicio económico.

La subvención para la desalación de agua en las Islas es un 50% inferior a 2011. Si el Gobierno no rectifica, nos veremos abocados a un incremento del recibo del agua. A ello se suma una caída del 71% de las inversiones en infraestructuras hidráulicas, un recorte que nos preocupa especialmente en el caso de Lanzarote, que ha sido declarada en estado de emergencia hídrica.

En materia deportiva, el Gobierno ha aplicado un durísimo recorte, que podría afectar a miles de estudiantes y deportistas que cada año se desplazan a la Península para participar en distintas competiciones. Aunque pueda parecer un asunto menor, no lo es. Y, por ello, hemos presentado varias enmiendas para garantizar los fondos que permitirán que los deportistas de las Islas no se queden aislados.

Que Canarias siga siendo pionera en la investigación astronómica para necesariamente por seguir contando con un Instituto de Astrofísica y un Gran Telescopio que sean competitivos. Reclamamos, en este sentido, más de seis millones adicionales para que, como dice el director del IAC, “no sigamos manteniendo un Fórmula 1 con el presupuesto de un seiscientos”.

El mantenimiento del convenio que, en los últimos dos años, ha permitido la rehabilitación de los espacios turísticos obsoletos es un objetivo al que no podemos renunciar. Nos jugamos 50 millones de euros para cualificar nuestras zonas turísticas más importantes. De la misma manera que tampoco podemos perder la ficha adicional de 23 millones de euros del POSEI, que ha desaparecido de los Presupuestos. O, por ejemplo, que Canarias se vea obligada a pagar 213 millones de euros por la supresión del IGTE. Si el Gobierno nos obliga a hacerlo se verán afectados aún más los servicios públicos.

Tras tumbar todas las enmiendas a la totalidad presentadas por un total de 10 grupos políticos, el Partido Popular tendrá la oportunidad en el proceso que se abre a partir de ahora de enmendar unas cuentas basadas en una austeridad sobre la que se empieza a debatir acerca de su idoneidad en el seno de la Unión Europea.

El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, ya ha advertido que la consolidación de la UE “no equivale sólo a austeridad a corto plazo, sino también a invertir en el futuro”. Una petición a la que se ha sumado el primer ministro italiano, Mario Monti, que ha reclamado que se ponga en marcha una política para fomentar la actividad económica. Voces críticas que se extienden a Bélgica, Holanda y quizá pronto también irrumpan en Francia de la mano del socialista François Hollande, favorito en las encuestas, que ya ha dicho que canciller alemana, Angela Merkel “no puede decidir por toda Europa”.

La rebelión contra la política de austeridad va adquiriendo fuerza y España es la más interesada en sumarse a una corriente que permita que los ciudadanos vuelvan a creer que existe futuro, que hay confianza, que el largo invierno de la crisis se acerca a una primavera económica que todos anhelamos.

 

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