El segundo rescate de Grecia acordado por la Unión Europea ha devuelto la paz y la tranquilidad a los mercados y a la economía española. Pero nadie puede asegurar por cuanto tiempo. Ha sido un bálsamo sobre las atribuladas y frágiles expectativas españolas, pero bien puede ser pan para hoy y hambre para mañana si seguimos como hasta ahora.

Sigue asombrándome la capacidad de PSOE y PP para centrar toda su atención y esfuerzos en los reproches mutuos por casos penales como los del Gürtel o Faisán. No salen de esa espiral en la que lo más importante para cada uno es ensuciar la imagen del otro; en lugar de plantearse propuestas y debates sobre las medidas más adecuadas y necesarias para remontar de una vez la crisis.

La campaña electoral oficial va a ser inminente porque todo da a entender que estamos ya en tiempo de descuento: cada vez más analistas piensan que no es posible prolongar esta situación de impase sin daños para el país. Y en las filas del PSOE son más los que piensan que es absurdo prolongar la agonía de un gobierno que no se ve capaz de tomar más medidas, casi siempre dolorosas, porque las arcas están vacías y la recaudación no recrece.

La confianza que tenían en una cierta recuperación del empleo se desvanece y prolongar la agonía solo castiga las expectativas de Pérez Rubalcaba. El PP parece ser consciente de que cuanto más reclama un adelanto electoral más se enroca Zapatero en denegarlo: un bloqueo en empieza a actuar a favor de los populares.

Hoy el país no está tanto en manos de sus gobernantes como en los llamados “mercados”, en los líderes nacionales de la UE y en algunos encuestadores, que son -estos últimos – los que van a dictar la fecha electoral; mientras PP Y PSOE extreman el cálculo para que ninguno de sus mensajes les lastime electoralmente.

Prefieren concentrarse en seguir dañando al adversario atribuyendo responsabilidades a Rajoy o a Rubalcaba sobre asuntos penales en los que no están directamente implicados.

El debate sobre los asuntos que nos importan se aparca en beneficio de los casos estrella, de alta percusión mediática; mientras en la UE apuran hasta el último minuto para tomar medidas sobre las crisis de los tres paises rescatados con el propósito de que no se extienda la mancha negra a Italia y España.

Mucho me temo que PP y PSOE estén ahora redactando cuentos de hadas para su campaña electoral. Porque en ninguno de ellos van a figurar sus programas de gobierno, que requerirán más austeridad: unos sacrificios que no pueden ser impuestos por igual a los desiguales, como bien se encarga de recordar Coalición Canaria en Madrid, cada mes, cada semana. Siempre.

 

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