Canarias ha vuelto a estar esta semana en el centro del debate en el Congreso. La propuesta del paquete de 18 medidas para Canarias que planteé hace dos semanas ha vuelto a recibir el espaldarazo -esta vez del propio Rodríguez Zapatero–, al reconocer la necesidad de una reunión con nuestro presidente Paulino Rivero para impulsarlas debidamente.
Durante meses hemos venido alertando a Rodríguez Zapatero de que la política del Estado en Canarias no puede ser igual a la de la Península; no solo por nuestro mayor diferencial de paro, sino también porque las medidas anticrisis estatales apenas rozan a Canarias, ya que van dirigidas a sectores con escasa presencia en nuestra economía, centrada en el turismo y la construcción.
De nuevo volví a recordarle al presidente español que “hacen falta políticas distintas a las del resto de España -dije textualmente- para impedir la destrucción masiva de puestos de trabajo, con medidas urgentes a corto plazo y conjuntas de los gobiernos central y canario, que salven la temporada turística. Y también hace falta el impulso, ampliación y ejecución de los convenios y planes de infraestructura pública, que permitan no sólo colocar a los miles de canarios parados del sector de la construcción, si no cambiar y mejorar la conectividad de Canarias, la competitividad de nuestra economía y la calidad del destino turístico”.
Le advertí asimismo que, de no activarse pronto las medidas, Canarias se precipitará hacia tasas de paro insostenibles, semejantes a las que hace cuatro y cinco décadas impulsaron a los canarios a emigrar intensamente a América.
Apenas dos días después, los datos de paro de marzo han venido a confirmar ese diagnóstico. Lo peor no es ya que aumente el paro. Lo grave y estremecedor es que se siga destruyendo empleo en Canarias a un ritmo trepidante: En los últimos doce meses se han destruido en Canarias casi ochenta mil empleos, al reducirse en un 10% el censo de afiliados a la Seguridad Social. Las cifras son tan fuertes que desmienten esa supuesta rigidez del mercado laboral, esas supuestas barreras al despido . Si bien es cierto que afectan en mayor medida a los más débiles entre los débiles: a aquellos que tenían contrato temporal y que se van a su casa sin indemnización alguna para resistir los duros tiempos que se avecinan.
Y aquí me interesa destacar un ejercicio de responsabilidad que ha hecho el Gobierno de Canarias: la campaña para informar a los parados de que regularicen la situación de su tarjeta sanitaria, antes de que se les agote el subsidio de desempleo. Los que la han criticado, basados más en sus prejuicios antigubernamentales que en la información real sobre lo que pasa, han demostrado que no viven con los pies en el suelo. Que no están cerca de los parados de larga duración. Que hablan de oídas y que no saben que ese problema es un problema real hoy en la burocracia de la Seguridad Social. El Gobierno de Canarias ha actuado de forma responsable. Y quienes incitan a los parados a que se despreocupen solo les causarán problemas a la postre
Vengo repitiendo que la situación es tan grave como para aparcar las diferencias. En la estrategia conjunta de Coalición Canaria, el Ejecutivo canario ha movido todos sus recursos disponibles hacia los objetivos más sociales. Y el Grupo Canario en Madrid se ha preocupado de que las medidas del Estado sean concordantes con las nuevas políticas del Gobierno de Canarias.
En la expresión “Juntos, podemos; solos, no” he querido resumir la necesidad de que el Estado sea solidario con Canarias, pero también de que los canarios hagamos piña alrrededor de todo lo que contribuya a crear empleo.
Es el momento de los emprendedores; pero también de los que lo fueron hace tiempo y ahora no quieren complicarse la vida demasiado. Es el momento de consumir productos canarios y de sostener a nuestro tejido turístico, comercial , industrial y agrícola que pasa dificultades por las caídas del consumo
Medidas especiales de promoción turística como las aprobadas por el Congreso; más crédito para la rehabilitación turística en espacios públicos y privados, dinamización de los programas de obras pública; revisión y ampliación de los ya existentes en materia de carreteras, playas y costas; abaratamiento de las operaciones aeroportuarias y portuarias y otra serie de medidas que hemos propuesto en el Congreso pueden ayudar a detener la crisis y a sentar las bases de la recuperación.
Pero nadie va a suplir nuestro propio esfuerzo. Y nada puede suplantar los beneficiosos efectos de una unidad política, económica y social dentro de Canarias para que el paro vuelva a niveles soportables.
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