DIALOGAR, DIALOGAR Y DIALOGAR
¿Qué tiene que ocurrir en este país para que los dos partidos con mayor representación parlamentaria, el PP y el PSOE, acepten definitivamente que los desafíos del futuro no pueden aplazarse sistemáticamente y estén dispuestos a poner fin a su incapacidad para dialogar, junto al resto de las fuerzas políticas, “para no sacrificar los proyectos de larga duración en el altar del corto plazo” (Daniel Innerarity)?